Oceana recuerda que el Gobierno eximió a este proyecto de tener que someterse a la evaluación de impacto ambiental, en una zona inmediata a áreas marinas protegidas. La prospección ya ha provocado varios vertidos de crudo
El Director Ejecutivo de Oceana en Europa, Xavier Pastor, se ha dirigido a la Secretaria General de Cambio Climático, Teresa Rivera, para manifestarle su perplejidad por el hecho de que “un gobierno que dice querer estar a la cabeza de la lucha contra el cambio climático y de la potenciación de las energías renovables esté favoreciendo, en su propio territorio, una actividad industrial tan anacrónica como lo es la extracción de crudo. Este combustible fósil inevitablemente acabará emitiendo a la atmósfera centenares de miles de toneladas de CO2 que incrementarán la contribución de nuestro país al calentamiento global del planeta.”
Según Oceana, este no es un momento para promover nuevas prospecciones petrolíferas en ningún lugar del mundo, sino de ir cerrando las existentes y sustituirlas por energías renovables, al tiempo que se eliminan los obstáculos para incrementar la capacidad de incorporación de renovables al sistema energético y el fomento de la electrificación del parque automovilístico.
La prospección llevada a cabo por REPSOL para retomar la explotación de los pozos Lubina-1 y Montanazo D-5, en el entorno del Delta del Ebro-Columbretes se está desarrollando, además, sin haber sido sometida a una evaluación de impacto ambiental, por decisión de la Secretaria de Estado de Cambio Climático publicada el pasado 12 de Febrero. En su escrito a Teresa Rivera, Xavier Pastor le manifiesta que “esta decisión contradice la línea tomada por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino con respecto a las medidas de Conservación Marina, como demuestra la reciente ampliación de la superficie de la Reserva Marina de las Islas Columbretes, entre otras iniciativas”.
Según Oceana, además de su contribución al cambio climático a nivel mundial, la explotación de esos pozos petrolíferos puede causar graves problemas ambientales de contaminación en su entorno inmediato. De hecho, las prospecciones de REPSOL son responsables de al menos dos vertidos de hidrocarburos ocurridos en los meses de mayo y junio pasados, con un volumen de por lo menos cinco millones de litros de crudo, y que han tardado varias semanas en ser reconocidos por REPSOL como procedentes de sus actividades.
Los alrededores de la zona en que se están llevando a cabo estas prospecciones se encuentran declarados como “zona apta” para la instalación de aerogeneradores marinos en el mapa correspondiente al Estudio Estratégico Litoral Ambiental del litoral español elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y el de Industria, y presentado en abril de este año. Oceana reclama al Gobierno que cancele cualquier permiso de prospección petrolífera submarina y que, a cambio, promueva la instalación de parques de aerogeneradores marinos en las zonas consideradas “aptas” para producir energía renovable y así contribuir a la reducción de los niveles de emisión de CO2.
“España es un país con un gran potencial de generación de energía renovable, y una industria preparada para ello y que genera decenas de miles de puestos de trabajo. Oceana pide que antes del 2014 se hayan instalado 1,000 MW de eólica marina y 5,000 MW antes del 2020”, ha declarado el portavoz de Oceana.
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