Remitido por Oceana:
La intención de las ONGs no es otra que agilizar los procesos para que se tomen medidas contra este tipo de arte, que está destruyendo los ecosistemas más vulnerables de los fondos marinos como los corales de profundidad, las montañas submarinas y todas las especies que en ellos habitan.
En esta carta, Oceana y las otras organizaciones ponen de manifiesto tres aspectos fundamentales para que la Comisión Europea adquiera el protagonismo necesario y alcance acuerdos que se dirigan hacia la práctica de la pesca sostenible. En un primer punto, destaca la evidencia de los daños de la pesca de arrastre en alta mar, demostrados con numerosos estudios científicos.
En segundo lugar, las organizaciones conservacionistas se sorprenden de los argumentos de países que se oponen a la moratoria porque dicen que no será respetada por las flotas de otras naciones. Oceana y las otras ONGs creen que el argumento de que las leyes son violadas con frecuencia, jamás debería servir para evitar que éstas se promulgen, sino para reforzar la vigilancia de su cumplimiento.
Ésta es la razón por la que los conservacionistas consideran que la Comisión Europea, como “Guardiana de los Acuerdos”, debería actuar para que se tomen las medidas necesarias para asegurar el cumplimiento de las leyes. Este papel de la Comisión es tanto más relevante cuanto que la flota de la UE es la responsable de alrededor del 60% de las capturas en aguas internacionales, siendo los barcos españoles por su parte los que pescan el 60% del total de la captura europea en esas aguas.
Y la ultima llamada de atención de las ONGs se refiere al papel de las Organizaciones Regionales de Gestión de las Pesquerías (ORGP), que a pesar de ser fundamentales para tomar medidas en la pesca de arrastre en alta mar, son insuficientes porque la mayor parte de los océanos del mundo no tienen una figura con competencia legal que regule la pesca de profundidad y proteja la biodiversidad.
Si la moratoria para la pesca de arrastre es adoptada en la Asamblea General de Naciones Unidas, la comunidad internacional tendría la oportunidad de identificar las áreas que necesitan protección antes de ser destruidas
Además, se podrían establecer medidas legales vinculantes para gestionar la pesca de profundidad más allá de la jurisdicción nacional y se podría prevenir la extensión de este tipo de pesca en zonas de alta mar
Esta carta responde a la propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre el arrastre en alta mar, que además se presentó al mismo Comisario de Pesca, Joe Borg, el pasado 26 de abril en una feria pesquera. Oceana y otras ONG’s han acogido con esperanza esta propuesta por la transparencia en su información, aspecto que puede reflejar la voluntad de trabajar en colaboración. Sobre todo, las organizaciones conservacionistas celebran que por fin se haya reconocido por parte de España que el arrastre de fondo es una practica de pesca destructiva.
Pero Oceana advierte que no se puede continuar esperando para tener más documentación científica sobre las consecuencias de esta pesca mientras se continúan arrasando los fondos marinos. Ya existen suficientes informes que lo demuestran. Además, esa base científica se debe regir por el principio de precaución recogido en la Declaración de Río de 1992, el Convenio sobre Diversidad Biológica, el Acuerdo de Naciones Unidas sobre Poblaciones de Peces Transzonales y las Poblaciones de Peces Altamente Migratorios (UN FSA), el Código de Conducta sobre Pesca Responsable de la FAO, el Tratado de Ámsterdam de la Unión Europea, entre otros instrumentos internacionales.
La propuesta de Oceana y otras ONG’s se asienta en el principio de precaución: “Después de que la moratoria haya sido adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas, sea levantada caso por caso sobre una base científica”
Oceana