Según Oceana, el arrastre de fondo es un arte de pesca caracterizado por su baja selectividad, sus elevadas tasas de descartes (fracción de las capturas que son devueltas al mar por cualquier motivo), y por practicar un daño irreversible sobre fondos marinos de alto valor ecológico.
El Plan integral, que entró en vigor el jueves, si bien mantiene la protección de determinados fondos marinos, no incorpora medidas que deberían implantarse de forma inmediata, como la utilización de mallas cuadradas o el incremento de la luz de malla mínima a 50 mm (actualmente a 40 mm). Esta medida aumentaría la selectividad en las capturas de la misma forma que contribuiría a disminuir los descartes efectuados.
Tomando como ejemplo las Islas Baleares, los descartes de la flota de arrastre, que faena a menos de 150 metros de profundidad, pueden alcanzar más de un 40% de las capturas totales efectuadas, lo que significa que por cada 10 kilos capturados se tiran por la borda 4 kilos de distintas especies marinas. Estas cifras podrían ser mitigadas si se incrementara la selectividad del arte, incorporando medidas como luces de malla de mayor tamaño o de forma cuadrada.
Según declaraciones de Xavier Pastor, Director ejecutivo de Oceana para Europa: “El arrastre de fondo destroza los fondos marinos, y la legislación en vigor, ya de por sí insuficiente para la recuperación de nuestros mares y recursos pesqueros, no se respeta”. En algunas comunidades autónomas las repercusiones de este plan, al igual que su predecesor, podrían ser notables si realmente fueran aplicadas. Xavier Pastor ha añadido a este respecto: “En la plataforma continental mediterránea un elevado porcentaje de los fondos susceptibles de ser protegidos al amparo de este plan, por albergar fanerógamas marinas o lechos de coralígeno y maërl, el impacto de la medida debería ser considerable, y, sin embargo, durante 2007 hemos encontrado numerosas evidencias de que el arrastre continúa llevándose a cabo sobre este tipo de fondo prohibido. La Secretaría General de Pesca Marítima y la Guardia Civil del Mar deben garantizar que se cumple la legalidad y que los barcos que utilizan artes de arrastre abandonan los fondos de la plataforma continental que, por sus características ecológicas, están protegidos por la ley”.
Entre los cambios que derivarán de la aplicación del Plan, la reducción de un 10% de la capacidad de las flotas que utiliza este arte de pesca podría contribuir a eliminar la presión del arrastre sobre fondos protegidos de la plataforma continental, aunque según Oceana, esta reducción no es suficiente para eliminar la sobrecapacidad de la flota y asegurar la supervivencia del recurso.
Xavier Pastor ha concluido: “Si bien se van dando tímidos pasos en favor de la conservación marina, el arrastre de fondo es totalmente incompatible con la misma y, por lo tanto, la legislación vigente en la actualidad está muy lejos de servir a tal fin, además de ser incumplida reiteradamente.”
OCEANA