Todo ello es la continuación a la labor que WWF/Adena viene realizando desde 1998 en este espacio, con la participación de más de 700 voluntarios. Por segundo año consecutivo, la campaña forma parte del Plan de Voluntariado del Organismo Autónomo Parques Nacionales (Ministerio de Medio Ambiente), y cuenta con el apoyo del Cabildo Insular de Lanzarote.
El Archipiélago Chinijo es uno de los enclaves de mayor interés de las Islas Canarias por su elevada diversidad biológica y geológica, así como por su importancia ecológica y paisajística. Sus ricos y valiosos ecosistemas, tanto marinos como terrestres, permiten el asiento de numerosas comunidades y poblaciones de especies protegidas que contribuyen de una manera muy importante al mantenimiento de la biodiversidad en Canarias. Sin embargo, problemas como la contaminación, el furtivismo, las excursiones incontroladas y la falta de planes de recuperación y seguimiento de determinadas especies amenazadas, ponen en peligro la continuidad de su frágil equilibrio natural.
Con esta campaña, WWF/Adena pretende contribuir a conocer y mejorar el estado de conservación de las comunidades biológicas mas relevantes, divulgar la riqueza natural del archipiélago y fomentar actitudes más respetuosas hacia el mismo entre la población local y visitante. Para ello se establecerán dos grupos de trabajo con los voluntarios, uno en el islote de Alegranza y otro en la isla de La Graciosa, donde se montará un punto informativo para sensibilizar a los visitantes sobre los valores naturales del archipiélago y repartir consejos sobre cómo disfrutar de su visita sin ponerlos en peligro. El Ayuntamiento de Teguise colabora con WWF/Adena cediendo las instalaciones del punto informativo.
Por otro lado, el hecho de que esta campaña cuente con el apoyo del Organismo Autónomo Parques Nacionales viene del propio interés de dicho Organismo en preservar este espacio, ya que el 98,5% de la superficie total de la isla de La Graciosa ha sido adscrita al OAPN desde la Dirección General del Patrimonio del Estado. Al final de la campaña, hasta 80 voluntarios habrán participado en tareas de restauración del hábitat, sensibilización ambiental, apoyo a la vigilancia de nidos de pardela, así como en actividades de diagnóstico y evaluación del estado de conservación de los recursos naturales del espacio de mayor biodiversidad marina de las Islas Canarias.
WWF/Adena