OMC y agricultura: iniciativa de la Unión Europea para hacer avanzar las negociaciones

Nota de prensa de la UE-Agricultura. Para opiniones al respecto, entrar en el foro
Ahora, la propuesta comunitaria se va a presentar en Ginebra. El documento refleja la firme intención de la Unión de impulsar la reforma del sistema de los intercambios agrícolas, sin dejar de reconocer la necesidad de reservar un trato especial para los países en vías de desarrollo, especialmente para las economías más frágiles, y de velar por que se tengan en cuenta los intereses del medio ambiente, del desarrollo rural y del bienestar de los animales. Al evitar las posiciones extremas y adoptar un planteamiento realista, las propuestas deberán contribuir al avance de las negociaciones, tendiendo un puente entre las posiciones polarizadas de aquellos que piden la liberalización total e inmediata del comercio y de aquellos que temen cualquier liberalización adicional de los intercambios en el sector agrícola. A dos meses y medio del plazo establecido para fijar los elementos básicos de negociación, la propuesta de la UE ofrece una vía constructiva de avance. Estos son los principales elementos de la propuesta comunitaria: recortar los derechos de importación en un 36%, rebajar las subvenciones a la exportación en un 45% y, en el interior, reducir en más de la mitad (55%) las ayudas agrícolas que falsean el comercio, siempre y cuando haya un reparto equitativo de la carga entre los países industrializados. También incluye acciones específicas para ofrecer mejores condiciones a los países en desarrollo y hace hincapié en la necesidad de abordar las preocupaciones de índole no comercial como el medio ambiente, el desarrollo rural y el bienestar de los animales.

Franz Fischler, Comisario de Agricultura de la UE, se congratuló de este avance y declaró: "La UE está decidida a impulsar el proceso de Doha, y ha puesto sobre la mesa una propuesta que ofrece un reparto equitativo de la carga y acciones muy concretas que suponen oportunidades genuinas para los países en vías de desarrollo. Esta propuesta se inscribe en nuestro firme compromiso con una liberalización substancial y progresiva sobre una base justa y equilibrada. Mayor acceso a los mercados para todo el mundo, reducción significativa de las subvenciones que falsean los intercambios, disciplina clara para todas las formas de ayuda a la exportación, consideración de las cuestiones no comerciales y trato preferente, en función de los problemas, para los países en vías de desarrollo: he aquí los principales elementos de nuestra propuesta de negociación."

Pascal Lamy, Comisario de Comercio de la UE, añadió: "Con el paso de hoy respondemos con voz fuerte y clara a aquellos que dudan de la voluntad real de la UE de negociar sobre agricultura en el Programa de Doha para el Desarrollo. La UE ha hecho una promesa, y la cumple. Espero que en Ginebra se desarrolle un debate constructivo, de manera que podamos cumplir el plazo del 31 de marzo y seguir dando pasos decisivos para concluir con éxito este Programa a finales de 2004."

Los detalles de la propuesta comunitaria para las negociaciones agrícolas en la OMC

Apertura de los mercados para las importaciones agrícolas mediante reducción de los aranceles en un 36%

Para facilitar el acceso de los productos agrícolas a los mercados, la Comisión defiende una fórmula de reducción arancelaria que no excluye a ningún país miembro industrializado de efectuar una contribución comparable. Esta fórmula consiste en una reducción arancelaria media global del 36 % y una reducción mínima del 15% por línea arancelaria, como ya fue el caso en la Ronda Uruguay. Contrariamente a la llamada "fórmula suiza" que proponen EE.UU. y el grupo de Cairns, el enfoque de la Comisión permitiría alcanzar el objetivo de "reparto de la carga" entre los países industrializados y también ofrecería flexibilidad para los países en desarrollo.

La UE ya es el mayor importador mundial de productos agrarios (60.000 millones de dólares en 2001), el mayor importador mundial de alimentos procedentes de países en desarrollo (38.000 millones de dólares en 2001) y el mayor importador de los países más pobres. Pero las fuertes reducciones propuestas para los derechos de aduana ofrecerán a los terceros países un acceso aún mejor a un mercado comunitario ya muy abierto.

Disminución del 45% en todas las formas de subvención a la exportación

La Comisión propone una reducción media substancial en el volumen de subvenciones a la exportación y una reducción media del 45 % en los correspondientes desembolsos presupuestarios, a condición de que todas las formas de subvención a la exportación reciban el mismo trato. La UE está dispuesta a eliminar progresivamente las subvenciones a la exportación para ciertos productos, siempre y cuando estos productos no sean objeto de ningún otro tipo de subvención a la exportación, incluidos los créditos a la exportación y las ayudas compensatorias, por parte de otros miembros de la OMC. Entre tales productos deberían figurar aquellos que tienen particular importancia para los países en desarrollo.

Reducción adicional del 55% en las ayudas agrícolas interiores que falsean el comercio

La UE está decidida a efectuar importantes recortes adicionales a las ayudas interiores que falsean el comercio. Por consiguiente, la Comisión propone una reducción del 55% en la Medida Global de Ayuda (MGA) a partir del nivel de compromisos hechos en la última ronda de negociaciones. Para permitir un avance rápido dentro de los plazos convenidos, debería mantenerse la definición actual de ayuda interior y el método de reducción de la Ronda Uruguay, puesto que así se garantiza que todos los miembros estén sometidos a disciplinas eficaces.

Trato especial para los países en desarrollo con el fin de ofrecerles mejores condiciones

La UE reconoce la necesidad de asegurar que los países en desarrollo se beneficien plenamente de la expansión del comercio mundial. La clave consiste en crear oportunidades para que los países en desarrollo tengan un mayor acceso al mercado, en reconocer al mismo tiempo la importancia de la seguridad alimentaria y en aceptar la necesidad de que los países en desarrollo más frágiles mantengan su protección para tener un tiempo de adaptación suficiente.

A tal fin, la Comisión propone lo siguiente:

Para el acceso al mercado:

Un "compartimento de seguridad alimentaria". Para facilitar la aplicación de reducciones arancelarias adicionales y responder a la preocupación de los países en desarrollo en lo que respecta a los cultivos agrícolas sensibles, debería extenderse a los países en desarrollo un mecanismo especial de salvaguardia que permita garantizar la seguridad alimentaria. Deben acordarse compromisos considerablemente inferiores si los países en desarrollo los necesitan para alcanzar sus objetivos legítimos en lo que respecta a la seguridad alimentaria y otros aspectos multifuncionales.

Derechos nulos como mínimo para el 50% de las importaciones de productos agrarios de los países industrializados procedentes de países en desarrollo

Acceso libre de derechos y contingentes para todas las importaciones procedentes de los países menos desarrollados hacia los países industrializados y los países en desarrollo avanzados.

Reducción significativa de la progresividad de los derechos de aduana para los productos de particular interés para los países en desarrollo mediante reducción del nivel de protección tarifaria (derechos específicos y ad valorem).
Para el apoyo interno:

Posibilidad de respaldar su sector agrícola con fines de desarrollo. Esto implicaría que tales ayudas no constarían como subvenciones que alteran las condiciones del mercado.
Trato especial:

Tasas de reducción más bajas y periodos de ejecución más largos. La UE propone que los nuevos compromisos se ejecuten en un plazo de seis años para los países industrializados y de diez años para los países en desarrollo, empezando en 2006.
Supresión de lagunas a fin de crear unas condiciones de competencia iguales para todos los países industrializados

Con la llamada "norma de minimis" las subvenciones agrícolas de los países industrializados que sean inferiores al 5% de su valor de producción no se consideran falseadoras del comercio y por lo tanto no se incluyen en el cálculo del importe total de ayuda permitido por las normas de la OMC (total actual de la Medida Global de Ayuda, MGA). La experiencia ha demostrado que algunos miembros de la OMC han abusado de esta posibilidad, que ahora se ha convertido en una importante laguna jurídica.

Por ejemplo, en virtud de la actual disposición de minimis, un miembro de la OMC puede gastar 20.000 millones de euros en subvenciones que falsean el comercio agrícola y que no están sometidas a compromisos de reducción. La Comisión propone la abolición de la norma de minimis para los países industrializados.

Habría que determinar y someter a disciplina estricta los elementos de los créditos a la exportación de productos agrícolas que falsean el comercio utilizados por otros miembros de la OMC.

La ayuda alimentaria en especie sólo debería concederse para grupos vulnerables bien definidos o en respuesta a catástrofes y crisis humanitarias claramente reconocidas y no, como hacen hoy en día algunos miembros, como mecanismo para dar salida a los excedentes. Siempre que fuera posible, los miembros de la OMC deberían contribuir con dinero en efectivo para la compra de alimentos en el país receptor o en otros países en desarrollo.

La UE no cuestiona en absoluto la concesión de ayuda alimentaria genuina. Pone en tela de juicio la utilización de donaciones de ayuda alimentaria utilizadas como medidas para dar salida a excedentes. Algunos miembros de la OMC han utilizado las donaciones de ayuda alimentaria más como instrumento de producción y comercio para deshacerse de excedentes y fomentar las ventas en mercados extranjeros que como instrumento de desarrollo adaptado a las necesidades de los países receptores. Resulta irónico que el importe de la ayuda alimentaria concedida por algunos países tienda a aumentar significativamente cuando los precios son bajos y descienda cuando son altos, momento en que la ayuda alimentaria resulta más necesaria.

En lo que respecta al funcionamiento de las empresas comerciales estatales (las ECE son empresas gubernamentales y no gubernamentales, incluidas las oficinas de comercialización, a las que se han concedido derechos o privilegios exclusivos o especiales mediante el ejercicio de los cuales influyen, a través de compras o ventas, en el volumen o la orientación de las importaciones y exportaciones), la UE propone que se sometan a disciplina la subvención cruzada, la nivelación de precios y otras prácticas comerciales desleales en las exportaciones.

Poner en primer plano los intereses de los consumidores

Una parte esencial del valor de muchos productos agrícolas es el estrecho vínculo establecido con los territorios en que se producen. Esto se expresa con las indicaciones geográficas. Como ejemplos de IG cabe citar el jamón de Parma italiano, el queso Roquefort francés, el arroz Basmati o el té de Darjeeling indios. Si no se protege, el valor de estos productos sufre una grave erosión. La Comisión sugiere que se negocien compromisos específicos para garantizar que estos vinos, bebidas espirituosas y otros productos agrícolas y alimenticios gocen de oportunidades de acceso equitativo a los mercados. A tal fin, debería elaborarse una lista de nombres actualmente utilizados por productores distintos de los detentores legítimos de tal derecho en el país de origen, de manera que quede prohibida su utilización engañosa y desleal por parte de otros productores.

La consecución de ciertos objetivos de la sociedad como la conservación del medio ambiente, de los paisajes naturales y de la biodiversidad debe permitirse sin obstáculos creados por la OMC. Por consiguiente, el apoyo concedido para el logro de estos objetivos no debería considerarse perjudicial para el comercio (significa ayuda incluida en la "caja verde") a condición de estar bien canalizadas, ser transparentes y ejecutadas de manera que alteren sólo mínimamente las condiciones del comercio. En particular:

La Comisión propone que las medidas dirigidas a proteger el medio ambiente, tema importante para los países tanto industrializados como en desarrollo, deberían adaptarse al Acuerdo sobre la Agricultura.

En lo que respecta al desarrollo rural, la Comisión cree que tanto los países industrializados como los que están en desarrollo tienen el derecho a optar por preservar o desarrollar el entorno económico y social necesario para mantener a la población rural. La prestación de estos servicios medioambientales no puede ser asumida enteramente por las fuerzas del mercado. Por consiguiente, las medidas destinadas a fomentar el desarrollo rural deberían hallar la cobertura adecuada en el Acuerdo sobre la Agricultura.

En cuanto al bienestar de los animales, la Comisión propone que los costes adicionales requeridos para cumplir las normas de bienestar animal no se tomen en cuenta en el examen de la alteración de los intercambios. Estos costes deben quedar excluidos de los compromisos de reducción cuando pueda demostrarse claramente que obedecen directamente a la aplicación de normas de nivel más elevado, por lo que no alteran las condiciones de los intercambios, o sólo mínimamente.
Periodo de ejecución

La Comisión propone que los nuevos compromisos se ejecuten en un plazo de seis años para los países industrializados y de diez años para los países en desarrollo, empezando en 2006.

Antecedentes

Las negociaciones de la OMC sobre agricultura empezaron a principios del año 2000 en virtud del artículo 20 del Acuerdo sobre la Agricultura y recibieron directrices claras con la Declaración Ministerial de Doha en noviembre de 2001. Desde entonces, los miembros han presentado un gran número de propuestas de negociación, lo cual ha permitido llegar a una comprensión mucho mejor de las diversas posiciones en lo que respecta al proceso de reforma multilateral. La UE ha participado activamente en este proceso con la presentación de una detallada propuesta de negociación en diciembre de 2000 y con varios documentos específicos sobre temas clave.

La fase actual deberá quedar completada el 31 de marzo de 2003, plazo previsto en Doha para el establecimiento de la metodología que se va a seguir durante la negociación (las "modalidades"). El Presidente de la Sesión Especial del Comité de Agricultura debe elaborar un proyecto en este sentido y distribuirlo antes de la reunión en sesión especial entre el 25 y el 31 de marzo. Este documento deberá incluir propuestas sobre las partes del Acuerdo sobre la Agricultura que podrían modificarse, así como las directrices conducentes a los nuevos compromisos.

Declaración de Doha sobre la agricultura

Reconocemos la labor ya realizada en las negociaciones iniciadas a principios de 2000 en virtud del artículo 20 del Acuerdo sobre la Agricultura, incluido el gran número de propuestas de negociación presentadas en nombre de un total de 121 Miembros. Recordamos el objetivo a largo plazo, mencionado en el Acuerdo, de establecer un sistema de comercio equitativo y orientado al mercado mediante un programa de reforma fundamental que abarque normas reforzadas y compromisos específicos sobre la ayuda y la protección para corregir y prevenir las restricciones y distorsiones en los mercados agropecuarios mundiales. Reconfirmamos nuestra adhesión a dicho programa.

Basándonos en la labor llevada a cabo hasta la fecha y sin prejuzgar el resultado de las negociaciones nos comprometemos a celebrar negociaciones globales encaminadas a lograr: mejoras sustanciales del acceso a los mercados; reducciones de todas las formas de subvenciones a la exportación, con miras a su remoción progresiva; y reducciones sustanciales de la ayuda interna causante de distorsión del comercio. Convenimos en que el trato especial y diferenciado para los países en desarrollo será parte integrante de todos los elementos de las negociaciones y se incorporará a las Listas de concesiones y compromisos y, según proceda, a las normas y disciplinas que han de negociarse, de modo que sea operacionalmente efectivo y permita a los países en desarrollo tener efectivamente en cuenta sus necesidades en materia de desarrollo, con inclusión de la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. Tomamos nota de las preocupaciones no comerciales recogidas en las propuestas de negociación presentadas por los Miembros y confirmamos que en las negociaciones se tendrán en cuenta las preocupaciones no comerciales conforme a lo previsto en el Acuerdo sobre la Agricultura.

Las modalidades para los nuevos compromisos, con inclusión de disposiciones en materia de trato especial y diferenciado, se establecerán no más tarde del 31 de marzo de 2003. Los participantes presentarán sus proyectos de Listas globales basadas en esas modalidades no más tarde de la fecha del quinto período de sesiones de la Conferencia Ministerial. Las negociaciones, con inclusión de las relativas a las normas y disciplinas y los textos jurídicos conexos, se concluirán como parte y en la fecha de conclusión del programa de negociación en su conjunto.

UE

Deja una respuesta