Opinión: ‘Todos contra la Reforma de la PAC’

Artículo de opinión de José María Fresneda Fresneda, Secretario General de ASAJA de Castilla-La Mancha

Por ahora, el comisario Fischler parece salirse con la suya al convertir en propuestas legislativas el contenido del documento de debate sobre la reforma de la PAC hecho público el pasado verano. Con ello, se ha producido el atentado más grave que han sufrido los agricultores españoles y, especialmente, los castellano-manchegos, desde su ingreso en la Unión Europea porque las medidas aprobadas, como unas ayudas desvinculadas de la producción y un sistema de modulación obligatoria, suponen ir en contra de la misión principal de los profesionales agrarios, que no es otra que la de proporcionar a la sociedad alimentos sanos y de calidad, y traerá consigo una drástica reducción de la actividad productiva y del tejido socioeconómico del mercado rural.

El agricultor profesional no quiere recibir ayudas por no producir y la propuesta de Fischler plantea que los agricultores perciban en el futuro una ayuda por explotación en función de las hectáreas y los pagos que hayan recibido en los últimos tres años, es decir, se cobrarán ayudas por lo cultivado en años atrás, e incluso, por dejar las tierras en abandono.

Las consecuencias directas de esta medida son incalculables para regiones como Castilla-La Mancha, con amplias zonas poco productivas, es decir, con unos rendimientos inferiores a las 2.500 kilos por hectárea, en las que será más rentable recibir la ayuda que sembrar para producir. La desvinculación de las ayudas es la peor noticia que en los últimos años ha llegado al campo porque, además del abandono de las tierras, va a suponer la despoblación del medio rural, el desprestigio de la profesión del agricultor, el descenso de empleo agrario y enormes pérdidas para las empresas de servicios y de venta de medios de producción. No olvidemos que esta Reforma no sólo afecta al agricultor y al ganadero sino también a la industria agraria, que produce fertilizantes, piensos, maquinaria, semillas, productos fitosanitarios, etc, y también a las cooperativas agrarias.

Digo bien, las cooperativas agrarias, porque no olvidemos que esta reforma de la PAC va unida a la propuesta que ha hecho la Comisión Europea a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el sentido de rebajar las ayudas a la explotación en un 45 por ciento y reducir los aranceles en un 36 por ciento.¿Cuál va a ser la incidencia real sobre el sector vitivinícola, por ejemplo? ¿Qué cooperativa va a soportar estas condiciones de mercado?

Por si acaso esto fuera poco, Fischler recorta las ayudas y, para aquel que pueda producir, le pone condiciones como que lo haga con seguridad animal, laboral y medidas medioambientales. ¿Se va a exigir lo mismo a los productos importados?

Sin duda, se trata de una reforma totalmente incoherente, desproporcionada, que responde a una “maniobra” orquestada por las grandes multinacionales con el único fin de que los países europeos no produzcan, para así traer productos de terceros países. No entendemos cómo Bruselas habla tanto del desarrollo del mundo rural, de la multifuncionalidad de la Política Agraria Comunitaria (PAC), de fijar la población en el medio rural, cuando ahora va a provocar el abandono de muchas zonas rurales.

Por todo ello, ASAJA, que fue la primera Organización Agraria que mostró su repulsa a esta reforma, con una concentración en Bruselas el pasado mes de julio, no va a vacilar en su lucha para evitar que se destruya al sistema productivo español. De hecho, también se ha concentrado frente a las puertas de la sede de la Comisión Europea en Madrid y, desde ASAJA de Castilla-La Mancha , se ha iniciado una campaña de sensibilización de la opinión pública a través de reuniones con la Federación de Municipios y Provincias de Castilla-La Mancha, con Comisiones Obreras (C.C.O.O.) o con la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (C.E.C.A.M.), entre otros agentes económicos, sociales y políticos, para culminar con la manifestación que se celebró en Toledo el pasado 7 de marzo.

El resultado de esta movilización ha sido todo un éxito: más de 6.000 agricultores y ganaderos convocados por ASAJA de Castilla-La Mancha mostraron su rechazo a la reforma de la PAC. Un rechazo que también fue expresado por representantes de grupos políticos, instituciones y otros colectivos que quisieron apoyar las reivindicaciones de esta Organización Agraria, que no son otras que la defensa de los agricultores y ganaderos, en particular y, del medio rural, en general. Desde aquí gracias a cuantas personas e instituciones decidieron apoyarnos.

No obstante, el futuro de los pueblos de nuestra región sigue estando en juego y exigimos la máxima firmeza al Gobierno central, que debe rechazar de plano esta nefasta propuesta y emplear todos los medios a su alcance para impedir su aprobación. El Gobierno español debe oponerse frontalmente al desacoplamiento de las ayudas, pues un desacoplamiento parcial sería igualmente dañino para el campo español, ya que lo único que se conseguiría sería el abandono masivo de las tierras de cultivo. Asimismo, debe mostrar un rechazo contundente a la modulación, por más que sea comunitaria y obligatoria, ya que en definitiva se trata de un nuevo recorte al campo y, por tanto, una reducción de la renta de los agricultores.

Se trata, sin duda, de una cuestión de estado y como tal debe considerarse porque una Comunidad Autónoma española, como es Castilla-La Mancha, es la más afectada de las 99 regiones que conforma la Unión Europea. Ha llegado la hora de que España tome el pulso a la Unión Europea y, entre todos, debemos conseguir que se gane.

José María Fresneda Fresneda, Secretario General de ASAJA de Castilla-La Mancha

Mapa

Deja una respuesta