Por Agustín Rodríguez, secretario Gral. de UPA Andalucía
La Comunidad se vistió de largo este sábado para conmemorar el Día de Andalucía. Una fecha idónea para hacer balance de algunos logros alcanzados por el sector primario, y que debe servir también para la reivindicación, porque los agricultores y los ganaderos necesitamos de políticas diferenciadas porque de ello depende la pervivencia del mundo rural tal y como hoy lo conocemos: vivo. Nuestra organización ha intentado contribuir a la mejora del sector primario en Andalucía. En este sentido, ha liderado varios frentes reivindicativos y de apoyo al modelo profesional agrario, formado mayoritariamente por pequeñas y medianas explotaciones, apostando por la defensa del sector agrario frente a la reforma de la OCM del aceite de oliva, reivindicando soluciones para el regadío, exigiendo medidas de apoyo para los productores de pollo o los apicultores, movilizándose para garantizar la viabilidad de sectores como el algodón, los frutos secos o las frutas y hortalizas, entre otros. El olivar ha sido una prioridad para nuestra organización agraria, al tratarse de un cultivo estratégico donde los haya para Andalucía -la primera productora del mundo-, estando especialmente activa frente a los cambios propuestos por Bruselas –desvinculación de las ayudas a la producción o desacoplamiento-. La organización inauguró un proceso de diálogo y discusión en defensa del sector olivarero que se plasmó en la firma de la “Declaración de Jaén”, un texto que contó con el consenso de una cuarta parte de las cooperativas olivareras de las provincia, donde se expresaban de forma clara las reivindicaciones de los olivareros.
Pero a pesar de lo mucho que se ha avanzado en materia agraria en la Comunidad –modernización de explotaciones e infraestructuras rurales, impulso de la economía social y de la agroindustria-, todavía es necesario seguir trabajando por un medio rural vivo. La conmemoración del Día de Andalucía es un fecha propicia para seguir reivindicando mayor apoyo de las Administraciones, quienes deben dar respuestas a las necesidades de los profesionales del campo. Conviene recordar que según recoge la ley Orgánica 6/1981 de Estatuto de Autonomía para Andalucía, la Comunidad deberá ejercer sus poderes con objetivos básicos como el aprovechamiento y la potenciación de su agricultura y ganadería. El texto también se refiere al necesario fomento de la calidad de vida del pueblo andaluz, mediante la protección de la naturaleza y del medio ambiente. El Estatuto aboga asimismo por la transformación, modernización y desarrollo de las estructuras agrarias como instrumento de una política de crecimiento, pleno empleo y corrección de los desequilibrios territoriales. UPA anima a las Administraciones a seguir trabajando por dar cumplimiento y dotar de contenidos a las líneas estratégicas que marca el Estatuto de Autonomía, que sigue manteniendo toda su vigencia. Los agricultores y los ganaderos deben ser protagonistas de excepción en el futuro, porque en ellos están las raíces históricas de una Comunidad que se viste de largo para celebrar su gran día, el 28 de febrero
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