UPA y COAG insistieron en denunciar estas prácticas «que en muchos casos llevan aparejadas una falta de identificación en el etiquetado, y por lo tanto de la trazabilidad y de esta manera del origen del producto».
Ambas organizaciones lamentaron que siga produciéndose este «fraude» para el consumidor y para el productor de Castilla y León y advirtieron de que el sector ovino regional sigue sin comprender que no se emprendan medidas contra estas prácticas, «teniendo en cuenta que para garantizar la trazabilidad de los lechazos regionales deben superarse controles muy rígidos, desde los que se realizan a través de inspecciones periódicas durante todo el año hasta los que realiza anualmente la Junta de Castilla y León, pasando por el control sanitario realizado por empresas externas ajena a las instituciones».
La `Alianza por la Unidad del Campo’ consideró lamentable que en esta época del año, cuando aumenta el consumo y se comercializan más lechazos, la Distribución esté utilizando una vez más «prácticas poco éticas y opacas» de cara al consumidor para seguir incrementando sus beneficios.
«Resulta sorprendente que sigamos denunciando situaciones como ésta cuando el objetivo de todos debería ser apoyar y defender la calidad de los lechazos de Castilla y León, como símbolo y emblema de la calidad que tradicionalmente ha caracterizado uno de los estandartes productores de nuestra comunidad autónoma», continuaron ambas organizaciones agrarias en este escrito.
Por todo ello, UPA y COAG solicitaron a las administraciones competentes que ante la actual campaña navideña y detectados estos problemas que actúen «contundentemente» y controlen con exhaustividad las condiciones en las que seguirán entrando los próximos días lechazos de Francia y de otros países extranjeros.
Europa Press