“Combatir las causas del cambio climático”. Éste es el título del documento que WWF/Adena, Greenpeace, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra han presentado hoy ante la Oficina Española de Cambio Climático, con una crítica sobre el borrador de la Estrategia para cumplir con el Protocolo de Kioto. El texto incluye 200 propuestas de modificaciones concretas a los distintos capítulos.
Los ecologistas afirman que la Estrategia del Gobierno para el cumplimiento del Protocolo de Kioto llega tarde. No en vano, en la actualidad las emisiones españolas superan en 20 puntos el objetivo que nos corresponde, en el que se fija un aumento máximo del 15% respecto a los niveles de 1990. El principal problema reside en que realmente quedan pocos años para revertir esta situación. Algo que lleva a estas organizaciones a exigir una estrategia dirigida a reducir emisiones, fundamentalmente recortando el uso de combustibles fósiles.
En opinión de las ONGs, la Estrategia debería convertirse en un eje central de la política de los Ministerios de Economía, Fomento, Agricultura, Ciencia y Tecnología y Medio Ambiente. Sin embargo, esto no es así, tal y como puede comprobarse en las previsiones de aumento del consumo de la energía reflejadas en el “Plan de infraestructuras eléctricas y gasistas” que conllevarían aumentos de emisiones de un 65% respecto a 1990. Igualmente, también asistimos a la renuncia expresa en este documento a aludir a las más que previsibles consecuencias que el cambio climático tendrá en las previsiones de redistribución del agua del “Plan Hidrológico Nacional (PHN)”. Todo ello sin olvidar el “Plan de Infraestructuras 2000-2007”, que fomenta el crecimiento del tráfico rodado y aéreo.
Para los ecologistas, el borrador presentado por el gobierno no es una Estrategia, ya que carece de objetivos claros, por sectores, cuantificados y temporalizados para conseguir que España cumpla con el compromiso adquirido bajo el protocolo de Kioto. La Estrategia debería presentar escenarios para valorar la eficacia de las distintas medidas de reducción de emisiones que se propongan, y debería realizar una asignación de objetivos de reducción por sectores o actividades que permita seleccionar las medidas adecuadas y suficientes para alcanzar ese objetivo y transmitir una señal clara a los agentes económicos involucrados.
Según Mar Asunción, Responsable del Área de Cambio Climático de WWF/Adena, “no es posible seguir esperando para tomar medidas que supongan una reducción real de la emisiones. La espera sólo agrava la situación y hará que al final España tenga que pagar a otros países que sí han hecho sus deberes, ya que cumplir con el protocolo de Kioto es una obligación ratificada por el parlamento español”.
Los ecologistas consideran prioritario que la Estrategia contenga las siguientes medidas:
1/ Nuevas leyes del Sector Eléctrico y de Hidrocarburos desde un enfoque de planificación de la demanda, como marco para promocionar el ahorro y el uso eficiente de la energía.
2/ Elaboración de una reforma fiscal sobre los precios de los combustibles que grave fundamentalmente su contenido energético y emisiones de CO2.
3/ Moratoria sobre la puesta en marcha de nuevas centrales térmicas.
4/ Programa de ejemplaridad obligatorio de las Administraciones públicas en el uso de la energía y de ejemplo del uso de energía solar.
5/ Ley que regule la instalación de alumbrado público limitando severamente el derroche de energía y promoviendo la eficiencia energética.
6/ Normativa de construcción y reparación de edificios dirigida a la mejora de la eficiencia en el uso de la energía.
7/ Deducciones fiscales por el uso de energías renovables o cogeneración, y mejora del actual sistema de primas.
8/ Moratoria a la construcción y ampliación de vías rápidas, trenes de alta velocidad y aeropuertos.
9/ Redirección de las inversiones en infraestructuras de transporte a la recuperación y mejora del ferrocarril convencional, al transporte público colectivo y a favorecer los modos no motorizados y reducir las necesidades de movilidad.
10/ Supresión de subvenciones y beneficios fiscales a la compra de automóviles y de exenciones fiscales en el transporte aéreo.
11/ Impuestos de carácter finalista sobre la compra de automóviles y el uso de las vías rápidas.
12/ Retirada de cualquier apoyo público a las inversiones españolas en el extranjero en proyectos que supongan nuevas emisiones de combustibles fósiles.
WWF/Adena