PAC: propuesta de reforma presentada por Fischler

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La Comisión Europea ha aprobado una serie de propuestas de reforma de la Política Agrícola Común (PAC). La propuesta de la Comisión ofrecerá a los agricultores de la UE una perspectiva política clara para el marco financiero del gasto agrario previsto hasta 2013, conforme a lo decidido por los Jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas en octubre de 2002(1). Además, servirá para conseguir una agricultura europea más competitiva y orientada hacia el mercado, impulsará una notable simplificación de la PAC, facilitará el proceso de ampliación y favorecerá una mejor defensa de la PAC en la OMC. Los ajustes que se propone introducir permitirán a los agricultores la máxima flexibilidad en sus decisiones de producción, garantizándoles, al mismo tiempo, la estabilidad de sus rentas. La aplicación de la reforma de la Comisión servirá para eliminar aquellos aspectos de la política actual que resultan negativos para el medio ambiente, y aportará nuevos incentivos para la adopción de prácticas agrarias más sostenibles. Estos ajustes son necesarios con el fin de garantizar que la UE pueda dotar su Modelo Europeo de Agricultura, en los próximos años, de un marco político sostenible y previsible. Estos cambios, que resultan aún más urgentes ante el nuevo marco presupuestario, permitirán a la UE garantizar una distribución transparente y más equitativa de las ayudas a la renta de los agricultores, y satisfacer mejor las expectativas de los consumidores y los contribuyentes. Las propuestas que hoy se presentan son continuidad de las propuestas de revisión intermedia presentadas por la Comisión en julio de 2002.

A propósito de estas propuestas, Franz Fischler, Comisario de Agricultura en la UE, ha manifestado lo siguiente: «Esta reforma persigue un objetivo, a saber, que las subvenciones tengan sentido para los agricultores, los consumidores y los contribuyentes. Necesitamos reformas y debemos tomar las decisiones ya. Nuestros planes darán a los agricultores una perspectiva clara para sus planes de futuro. Tendrán la posibilidad de obtener el mayor rendimiento posible del mercado. Estudios realizados indican que las reformas conducirán a un aumento de la renta agraria. Una actitud pasiva sería perjudicial para los intereses de los agricultores. No serviría sino para ampliar la brecha existente entre la política agraria y las expectativas de la sociedad. La sociedad está dispuesta a ayudar a la agricultura, a condición de que los agricultores ofrezcan lo que la gente desea: salubridad de los alimentos, bienestar animal y buenas condiciones medioambientales. »

«Los agricultores pueden contar con un apoyo adicional de la UE para ayudarles a adaptarse a las exigentes normas comunitarias en materia de medio ambiente, salubridad alimentaria y bienestar animal, y promover la calidad de los alimentos y los productos tradicionales. Como consecuencia de las decisiones adoptadas por los Jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre de Bruselas, será necesario ahorrar fondos reduciendo las ayudas directas a las explotaciones de mayor tamaño, y el traspaso de fondos destinados a la potenciación del desarrollo rural habrá de ser menor. Es un primer paso. Confío en que los Estados miembros mantengan el compromiso adquirido en la citada cumbre y aumenten la ayuda al desarrollo rural en el próximo periodo de financiación. La nueva ayuda única por explotación no falseará el comercio internacional y, en consecuencia, no perjudicará a los países en desarrollo. Gracias a ella, la UE podrá aprovechar al máximo sus bazas de negociación en la OMC y defender mejor el modelo europeo de agricultura.»

Los elementos clave de la reforma pueden resumirse del siguiente modo:

una ayuda única por explotación, independiente de la producción («disociación»);

vinculación de las ayudas al cumplimiento de las normas en materia de medio ambiente, salubridad de los alimentos, bienestar animal y seguridad e higiene en el trabajo, así como a la condición de mantener las tierras agrarias en buenas condiciones agronómicas («condicionalidad»);

una política de desarrollo rural reforzada, lo que supone más fondos y nuevas medidas para promover la calidad y el bienestar animal, y ayudar a los agricultores a cumplir las normas de la UE en relación con la producción;

una reducción de las ayudas directas («regresividad») a las explotaciones de mayor tamaño, a fin de generar fondos adicionales para el desarrollo rural y la financiación de nuevas medidas de reforma;

revisión de la política de mercado de la PAC:

reducción final de un 5% en el precio de intervención de los cereales, parcialmente compensada por un incremento de las ayudas directas a los agricultores del sector de los cultivos herbáceos;

y una reforma más rápida y de mayor alcance en el sector lácteo, diferenciando los recortes de los precios de la mantequilla y la leche en polvo desnatada y manteniendo las cuotas lácteas hasta 2014/15;

reformas en los sectores del arroz, el trigo duro, las patatas de fécula y los forrajes desecados.

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