La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, aseguró, en la firma del convenio de colaboración entre la Fundación Oso Pardo y la Fundación Biodiversidad, que «hoy damos un paso esencial para recuperar el oso pardo, una especie amenaza en peligro de extinción». Ambas entidades desarrollarán medidas concretas para luchar contra el furtivismo y proteger los cultivos y pastizales donde se colocan lazos.
Elvira Rodríguez afirmó: «El Ministerio de Medio Ambiente está comprometido con la conservación de la valiosa riqueza biológica existente en España, tanto de flora como de fauna, y considera imprescindible la educación y la sensibilización medioambiental de toda la sociedad para preservar nuestro entorno».
Según el convenio, firmado por el secretario general de Medio Ambiente, Juan del Álamo, como presidente de la Fundación Biodiversidad, y el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, las actuaciones se realizarán en la zona occidental de Asturias, sobre cotos regionales de caza. La Fundación Oso Pardo mantiene convenios de colaboración con las sociedades de cazadores que los gestionan.
Este convenio, cuyo presupuesto asciende a 356.087,55 euros, centra su actuación en la lucha contra el furtivismo, a través de la creación de un equipo de vigilancia, y en la promoción de sistemas gratuitos de protección de cultivos contra los daños del jabalí. Ambas acciones tienen por objeto eliminar el trampeo ilegal con lazos de acero que ocasionan la mortalidad de la población de oso. También se pretende facilitar el apoyo de cazadores y agricultores para lograr el éxito en la recuperación de esta especie.
El equipo estará formada por cuatro vigilantes seleccionados entre la población rural de las zonas oseras, con lo que se favorece así el empleo local relacionado con la conservación de la naturaleza. Su misión será controlar la caza furtiva y el trampeo y colaborar en el seguimiento demográfico del núcleo de osos y en las actividades de educación ambiental. La patrulla dispondrá de un material básico (como un vehículo todo-terreno, telescopio, emisoras o un visor nocturno) para desarrollar eficazmente su trabajo en las zonas montañosas.
Para proteger los cultivos y pastizales de los daños que ocasiona el jabalí y, como consecuencia, para evitar la colocación de lazos ilegales donde puedan quedar atrapados los osos, se adquirirán 240 electrificadores de cercados. Estos «pastores eléctricos» se instalarán en las épocas y lugares de las zonas oseras donde los daños del jabalí sean más habituales. Las sociedades de cazadores, responsables de los cotos regionales de caza, participarán en la iniciativa actuando de intermediarios con los propietarios de los terrenos.
El trampeo ilegal con lazos de acero es una práctica muy extendida en los últimos años. Habitualmente, es utilizado por los cazadores furtivos y por los propietarios de los terrenos afectados por los perjuicios que ocasionan los jabalíes en sus pastizales y cultivos. Pero los lazos atrapan por igual a osos y jabalíes. Por ello, estimular entre estos sectores el uso de los electrificadores posibilitará la disminución de los daños que causa el jabalí y que dejen de utilizarse los lazos ilegales.
UNA POBLACIÓN DE 90 OSOS
En España, junto con Italia, Francia y algunos países asiáticos, habitan las poblaciones de oso pardo más amenazadas del mundo. Los problemas más acuciantes son la fragmentación de su hábitat que supone la disminución del número de ejemplares. En nuestro país quedan aproximadamente 90 ejemplares de oso pardo que se distribuyen que se distribuyen, fundamentalmente, en la cordillera cantábrica y algunos de ellos, en Pirineos.
Los osos cantábricos se reparten en dos poblaciones genéticamente incomunicadas. La población occidental es la más numerosa y su censo se sitúa por encima de los 60 ejemplares. En los últimos años se ha comprobado que existe una tendencia de población ascendente ya que se han localizado bastantes crías. Esta tendencia se podrá ver incrementada con la erradicación de los lazos, tal y como persigue el convenio hoy suscrito.
La población oriental está más amenazada y, según un reciente estudio promovido por el Ministerio de Medio Ambiente y basado en técnicas moleculares, se han identificado 22 osos, lo que significa que la población puede no superar los 25 ejemplares.
MMA