Una propuesta presentada ayer por la Comisión Europea será la primera medida a favor de la recuperación de las poblaciones europeas de anguila, que se han reducido considerablemente. La propuesta prevé que los Estados miembros establezcan planes nacionales para velar por que el 40 % de las anguilas adultas que, en ausencia de pesca y de los efectos de otras actividades humanas migrarían de los ríos situados en sus territorios, puedan llegar al mar para desovar. Estos planes, que deben estar listos antes de julio de 2007, son cruciales para la recuperación de las poblaciones, pues los porcentajes recientes de peces jóvenes que vienen a engrosar las poblaciones ha llegado a caer hasta registrar el 1 % de sus niveles históricos. Hasta que no se apliquen esos planes, la Comisión propone prohibir la pesca de anguila del 1 al 15 de cada mes. La propuesta sucede a un proceso amplio de consultas con los Estados miembros y las partes interesadas. Las anguilas revisten interés para los sectores de la pesca profesional y deportiva, la acuicultura y actividades relacionadas en la mayoría de los Estados miembros.
Según ha declarado Joe Borg, Comisario de Pesca y Asuntos Marítimos, «la propuesta de hoy se hace eco de las amplias consultas mantenidas con los interesados y responde a la necesidad de un esfuerzo concertado de recuperación de las poblaciones de anguila. La Comisión propone como objetivo un porcentaje de anguilas que lleguen al mar, pero la elección de las medidas de protección incumbe a los Estados miembros, que son los mejor preparados para ajustarlas a las condiciones locales».
Medidas propuestas:
Garantizar el regreso de las anguilas adultas al mar.
Los planes de gestión nacionales tendrán que abordar las causas del agotamiento de las poblaciones de anguila, que se debe sobre todo a una pesca insostenible y a los efectos de otras actividades humanas en los hábitats y las pautas migratorias de las anguilas. Factores que van desde la contaminación a las turbinas hidráulicas, presas y aliviaderos, por ejemplo, también explican el declive de la anguila. Se trata, pues, de alcanzar el objetivo de un porcentaje del 40 % de anguilas plateadas adultas que lleguen al mar respecto al nivel al que lo harían de no mediar estos factores.
Cada Estado miembro tendrá que elaborar su propio plan de gestión de la anguila, en el que figurarían las medidas previstas para velar por un alto porcentaje de llegada al mar y para controlar su aplicación.
Revisará cada plan el propio organismo consultivo de la Comisión, el Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (CCTEP). Tras la aprobación por la Comisión, los planes se aplicarán a partir del 1 de julio de 2007. Al formular estos planes, habrá que garantizar la coordinación con las disposiciones comunitarias vigentes y con las actuaciones en el ámbito de la protección de los hábitats naturales y de la fauna silvestre y de la política de aguas. En las cuencas fluviales donde vivan anguilas que compartan varios Estados miembros, las Partes interesadas habrán de elaborar un plan de gestión conjunto.
– Suspensiones mensuales
En vista de la necesidad urgente de aumentar el porcentaje de supervivencia de las anguilas, está previsto que los Estados miembros suspendan toda la pesca de anguila del 1 el al 15 de cada mes hasta que la Comisión apruebe los planes de gestión nacionales y se apliquen éstos, aunque la pesca podría continuar durante la veda si el Estado miembro puede demostrar de manera fidedigna que se aplican ya medidas con una eficacia similar que garanticen el cumplimiento del requisito de un porcentaje de llegada al mar del 40 %. La pesca de crías de anguila también podría continuar si estas anguilas se utilizan para repoblar los ríos, pero no en la acuicultura.
Futuras medidas:
La Comisión propondrá pronto la creación de un sistema de rastreabilidad para prevenir las infracciones. También tiene previsto estudiar medidas compatibles con el Derecho comercial dirigidas a aumentar las crías de anguila a las que se puedan aplicar medidas de aumento de las poblaciones y necesarias a efectos de conservación. Los Estados miembros tendrían que informar para finales de 2009 sobre el seguimiento, la eficacia y los resultados de los planes. Por su parte, la Comisión presentaría un informe al Consejo y al Parlamento Europeo sobre las consecuencias de esos planes.
Antecedentes:
Las anguilas desovan en el Mar de los Sargazos, en las aguas centro-occidentales del Océano Atlántico. Las larvas se desplazan a las desembocaduras de los ríos de toda Europa y del Norte de África, y migran río arriba, donde transcurre la mayor parte de su vida. Las anguilas más viejas inician una nueva migración río abajo y a través del Atlántico, donde desovan y mueren. Por ello, las medidas de conservación tienen que coordinarse entre todos los países en los que se distribuye esta especie y tienen que cubrir tanto la pesca de anguila como los problemas de gestión de los ríos, por ejemplo, la construcción de presas y las vías de fuga para los peces.
En los estuarios hay que ordenar la pesca de crías de anguila para su engorde en piscifactorías con vistas a dejar suficientes ejemplares para poblar los hábitats fluviales. Río arriba, el esfuerzo pesquero debe limitarse para que suficientes anguilas sobrevivan hasta el comienzo de la migración de desove. Por último, la pesca de las anguilas que migran al mar debe dejar también ejemplares suficientes para que lleguen al mar y desoven.
UE