Y es que, según indica el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD) elaborado por agricultores y consumidores, de octubre de 2008 a octubre de 2009, las diferencias entre el campo y la mesa pasaron del 455% al 537%.
Esto quiere decir que el precio que recibe un agricultor por su producto se multiplica en la actualidad por 5,3 hasta su venta al público, y rompe así la tendencia a la baja marcada por este índice desde finales de verano.
Durante el pasado mes, las producciones agrícolas multiplicaron casi por seis su precio de la huerta a la mesa (5,82) y en el caso de los productos cárnicos, el IPOD ganadero se mantiene en niveles similares a meses anteriores (3,31).
En concreto, cebollas (17,3), zanahorias (12,1), patatas (12) y berenjenas (11,3), protagonizaron los casos más significativas, mientras que aceitunas de mesa (8,6), pepinos (7,7) y melocotones (6,5), multiplican también su precio por más de seis para llegar al consumidor. En las producciones cárnicas, el cerdo (5,5) y la ternera (4,5), repiten los mayores diferenciales.
Por ello, COAG valoró la iniciativa recogida por la Comisión Europea la semana para poner en marcha medidas para evitar los contratos injustos o abusivos entre los agricultores, las industrias y los supermercados a la hora de fijar los precios de los alimentos.
Del mismo modo, la organización agraria reclamó una nueva Política Agraria Común (PAC) que recupere los mecanismos de regulación del mercado para garantizar precios justos en el campo y asequibles para el consumidor.
Europa Press