La semana pasada, la Comisión cerró la pesquería de atún rojo de la UE hasta el final de 2007 debido al agotamiento de la cuota correspondiente a la UE para el año en curso. Las poblaciones de atún rojo están diezmadas tras años de sobrepesca: resulta esencial que el plan internacional de recuperación acordado el pasado año por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) sea objeto de una aplicación urgente y plena por todas las partes interesadas.
Habida cuenta de que el atún rojo es una especie altamente migratoria, las pesquerías se gestionan a través de la CICAA, organización regional de ordenación de la pesca. La UE, miembro activo de la CICAA, desempeñó un papel destacado en la aprobación, con ocasión de la reunión anual de esta organización celebrada el pasado mes de noviembre en Dubrovnik, del nuevo plan de recuperación de la población oriental de atún rojo, válido por un periodo de 15 años.
El pasado mes de junio se incorporaron a la legislación comunitaria las medidas necesarias del plan para este año, en espera de la aprobación del plan a largo plazo por parte del Consejo. Los Estados miembros son responsables de la aplicación de esas normas en sus aguas y territorios. A fin de luchar contra las actividades de pesca ilegales que han minado la pesquería de atún rojo, el plan contiene un conjunto de medidas aplicables a todas las fases comprendidas desde la captura hasta la comercialización y la exportación del atún rojo.
Un factor esencial de esa lucha es la documentación de las capturas y el envío de esa información a la Comisión en unos plazos determinados. Ello permite a la Comisión controlar la utilización de la parte de la cuota comunitaria correspondiente a cada Estado miembro en tiempo real. No obstante, parece que los Estados miembros afectados no han cumplido sus obligaciones a este respecto.
Los Estados miembros deben asimismo controlar y supervisar las actividades relacionadas con esta pesquería: en el mar, en los puertos, en los puntos de enjaulamiento y en los mercados. En el caso de Francia e Italia, también existen indicios de incumplimiento en este ámbito.
Al cerrar la pesquería la semana pasada, la Comisión anunció su intención de proponer medidas para resolver los problemas encontrados este año, medidas que se adoptarían a tiempo para la campaña de pesca de 2008. Además, indicó que se afanaría por garantizar que todo Estado miembro que resulte penalizado por el cierre prematuro de la pesquería en 2007 sea compensado en posibilidades de pesca futuras. Existen asimismo disposiciones legales en virtud de las cuales las cantidades sobrepescadas se deducen de las futuras posibilidades de pesca de los Estados miembros responsables del rebasamiento de la cuota.
Contexto
La población oriental de atún rojo (Atlántico oriental y Mediterráneo) ha sido objeto de sobrepesca durante muchos años, y los científicos han advertido reiteradamente del peligro de colapso si no se adopta medida alguna para reducir drásticamente el nivel de actividad pesquera. Concretamente, los elevados niveles de capturas no declaradas han sido identificados como una de las causas fundamentales del declive de la población.
Uno de los logros fundamentales del plan acordado en Dubrovnik fue el establecimiento de un plan de control e inspección riguroso y exhaustivo dirigido a luchar contra la sobrepesca, actividad que por definición representa una forma de pesca ilegal. La Comisión otorga una enorme importancia a la satisfactoria aplicación del plan de recuperación, en general, y del plan de control, en particular, y requiere a los Estados miembros participantes en esta pesquería que cooperen entre sí, con otras partes de la CICAA y con la Comisión para impedir la sobrepesca, que supone una amenaza para la supervivencia de una de las pesquerías más antiguas y ricas de Europa.
Comision Europea