La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, inauguró las Jornadas sobre Desalación, organizadas en Madrid por el Grupo Recoletos. En su intervención recordó que de las obras incluidas en el Anexo II del Plan Hidrológico Nacional, elaborado por la Administración anterior, sólo se había ejecutado un 9%, cerca de 2.000 millones de euros. Las inversiones restantes, equivalentes a cerca de 10.000 millones de euros, en su gran mayoría carecían incluso de proyectos. La ministra expresó la voluntad del Ministerio de impulsar las inversiones definidas en la nueva etapa, y explicó también cómo la normativa europea establece que en 2010 el precio del agua deberá reflejar el conjunto de costes de la obra, incluidos los costes ambientales.
Señaló la necesidad de abordar las cuestiones relacionadas con la calidad del recurso, buscando la eficiencia y, lógicamente, el conocimiento de las necesidades reales de agua. Explicó también cómo la desalación ya no puede considerarse como una actuación marginal, sino complementaria a la utilización de aguas superficiales y subterráneas. Es una tecnología de futuro, afirmó, vinculada a los cambios climáticos del planeta.
El secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, en su intervención puso énfasis en los aspectos económicos del agua, es decir en los problemas relacionados con quién necesita el agua, cuál es su coste y quién lo debe afrontar. Detalló tres aspectos fundamentales del Programa A.G.U.A.: el carácter insustituible del recurso, la necesidad de ligar su disponibilidad con el equilibrio ecológico, y la recuperación de costes. Explicó cómo las desaladoras previstas en dicho Programa van a contar con financiación de Fondos Europeos y de los Presupuestos Generales del Estado, financiación en este último caso que se recuperaría vía tarifas en los siguientes 25 años a la puesta en marcha de las instalaciones.
Por su parte Adrián Baltanás, director de la Sociedad Estatal ACUAMED, defendió la necesidad de desdramatizar el problema del agua, dando respuestas concretas en España. Rechazó como no sostenible un modelo basado en la oferta ilimitada del agua, apuntó la necesidad de mejorar los sistemas de gestión de ríos y acuíferos, estableciendo principios de corresponsabilidad entre usuarios y administraciones.
Anunció para este año los proyectos básicos de las desaladoras del Programa A.G.U.A., agrupados por áreas. A partir de abril de 2005 se podrá así iniciar el proceso de información pública de la tramitación ambiental, con lo que en un año se estaría en condiciones de licitar las obras de la mayor parte de las plantas desaladoras.
Ministerio de Medio Ambiente