La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, visitó ayer,
acompañada del presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, las
obras de encauzamiento del Barranco del Poyo, una de las actuaciones más
significativas que su departamento está llevando a cabo en la Comunidad
Valenciana para prevenir las avenidas e inundaciones, y dentro del objetivo
fundamental del Plan Hidrológico Nacional de mejorar la gestión del agua.
En esta región, una de las más afectadas por la irregularidad del clima, con
fenómenos como la gota fría, y por el riesgo de inundaciones de toda Europa, el
Gobierno tiene previsto invertir más de 381 millones de euros en actuaciones
encaminadas a corregir cauces y garantizar la seguridad de personas y bienes
de municipios colindantes con ramblas. Estas actuaciones se llevarán a cabo en
las tres provincias –Valencia, Castellón y Alicante- y serán ejecutadas por las
Confederaciones Hidrográficas del Júcar y Segura.
Estas obras de encauzamiento forman parte de una estrategia de defensa frente
al riesgo de inundaciones, que también incluye medidas de restauración
hidrológico-forestal, medidas de control y limitación del uso del suelo o acciones
para la laminación de avenidas.
Un ejemplo de estas actuaciones es el Barranco del Poyo, que dará solución a
los municipios que lindan con esta rambla, principalmente Catarroja y
Massanassa. El Ministerio de Medio Ambiente invierte 19,7 millones de euros en
un proyecto incluido en el Plan Hidrológico Nacional que consiste en la
restitución y adaptación de los cauces naturales y que está previsto que finalice
en el primer trimestre del próximo año.
El nuevo cauce está diseñado para soportar un caudal de 800 m3/seg, lo que
supone doblar el caudal actual, de 400 m3/seg, con lo que la seguridad del
cauce está garantizada.
LA ALBUFERA, PROTEGIDA
Por otro lado, destaca, en este proyecto, el especial cuidado que se ha tenido en
su ejecución, al coincidir en parte de su recorrido con el Parque Natural de la
Albufera. La solución que se ha elegido garantiza la compatibilidad ambiental,
limitándose la obra a realizar aquellas actuaciones estrictamente necesarias
para garantizar la seguridad de las poblaciones, siempre desde una óptica de
respeto ambiental.
En este sentido, una de las acciones más destacadas del proyecto consiste en
adecuar el medio conforme a los requerimientos del martín pescador, una de las
especies de fauna de gran valor que tiene en La Albufera su hábitat natural.
Además, se han adoptado medidas para favorecer la nidificación de otras
especies, como el avión zapador, y se respetarán una serie de islas creadas por
sedimentación que sirven de nidos para otras muchas aves de esta Zona
Húmeda de Importancia Internacional.
En definitiva, la aplicación de todas estas medidas de adecuación
medioambiental persigue perturbar lo menos posible el entorno de los
barrancos, con el fin e mantener los ecosistemas de flora y fauna existentes en
la zona.
MMC