¿Seguirá el mundo viendo morir en silencio a las personas?, se preguntó Jacques Diouf, Director General de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en una conferencia de prensa antes de su encuentro con el G-8 en Génova.
El Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), pidió a los países del G-8, y a todos los interesados, que contribuyan al Fondo Fiduciario para la Seguridad Alimentaria con una aportación inicial de 500 millones de dólares en favor de la agricultura en los países en desarrollo. «Esta cifra es necesaria para acelerar el proceso que permita conseguir el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, de reducir a la mitad el número de personas hambrientas para el año 2015», dijo Diouf.
«Mi esperanza es que los países del G-8 contribuyan con este nuevo fondo fiduciario. Las aportaciones son voluntarias y el Fondo está abierto también a la disposición de los países en desarrollo a unirse a este esfuerzo colectivo. Esperamos contar con aportaciones del sector privado, de las Organizaciones no gubernamentales, y también de donantes particulartes. 500 millones de dólares no es una cifra enorme». El Sr. Diouf señaló que la cifra total que el Banco Mundial y las instituciones financieras regionales dedicaron a la agricultura y al desarrollo rural en 1999 fue de 3.500 millones de dólares, mientras que los países de la OCDE dedicaron en el mismo periodo 361.000 millones de dólares para ayudar a sus campesinos».
«Los pobres y los países en desarrollo están cansados de declaraciones que no van seguidas por acciones. Los recursos procedentes de los donantes y de las instituciones financieras más importantes han disminuido durante los últimos cinco años. ¿Cómo podemos alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación si se disminuyen los recursos? La Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después prevista para este otoño (5-9 noviembre) en Roma quiere despertar la conciencia política sobre el problema del hambre al más alto nivel y ayudará a fijar de nuevo la prioridad en la lucha contra el hambre», agregó Diouf.
«Veo con agrado que el G8 discuta por primera vez en Génova sobre seguridad alimentaria. Es necesario volver a conceder prioridad a la lucha contra el hambre en la batalla contra la pobreza porque el 70 por ciento de los pobres vive en zonas rurales», afirmó el Director General de la FAO.
«La reunión durante la semana pasada en Lusaka de 53 jefes de Estado africanos -dijo Diouf- ha enviado un mensaje al G-8 pidiendo que garantice la participación personal de sus miembros en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después y les ha pedido también que contribuyan con generosidad al Fondo Fiduciario en favor de la agricultura de los países en desarrollo».
El Director General de la FAO recordó que se necesitan más recursos y mecanismos, entre ellos el Fondo Fiduciario, para «ayudar a los países pobres a ayudarse a sí mismos, produciendo sus propios alimentos. Es necesaria más inversión en la agricultura. Con más recursos, la FAO ayudará a los gobiernos a crear una política favorable al aumento de la inversión en la agricultura».
El Sr. Diouf concluyó afirmando que «la conciencia actual sobre los peligros de la globalización es positiva porque centra la atención del mundo sobre las necesidades de los que pasan hambre».
FAO