José Ángel Alegría, presidente de ARAG, Vicepresidente de ASAJA y de la Confederación Española de Cultivadores de Remolacha, pidió ante la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, celebrada el pasado lunes en Bruselas, el rechazo frontal a una reforma que aboca al sector remolachero al ocaso. En su discurso, Alegría, argumentó la postura del sector remolachero español, en contra de una propuesta que incumple los preceptos sobre los que se asienta la UE.
Alegría centró su ponencia en el mantenimiento y transferibilidad de las cuotas de producción de azúcar,dos importantes y contundentes puntos que demostraron la incongruencia de la propuesta de la Comisaria Fischer Boel ante el auditorio, además de dejar en evidencia la marginación que sufre el sector por parte de la Comisión que hace caso omiso de las peticiones formuladas, salvo en aquello que le ha resultado útil para sus fines como es el Plan de Reestructuración.
Por un lado, destacó que el concepto que la Comisión tiene de las cuotas de producción de azúcar es totalmente residual, ya que con la propuesta demuestra que éstas no serán ni fijas ni constantes como lo son en la actualidad. La cantidad de azúcar que la industria azucarera de la UE podrá realmente vender será la que no se cubra con las importaciones, que para satisfacer el consumo de la Unión, se realicen; el resto habrá que reportarlo o exportarlo sin ninguna ayuda. Todo esto indica que las cuotas son una mentira, ya que no dan garantía a los productores, y si no hay garantía es lo mismo que decir que no hay cuotas.
José Ángel Alegría también centró su discurso en el Plan de Reestructuración y el Fondo, ya que suponen una tapadera para la compraventa y transferibilidad de cuotas; mecanismo ilegal en la reforma de Fischler, ya que son una forma de enmascarar la rebaja de cuotas y la transferencia entre empresas y países a título oneroso.
Por último solicitó el rechazo a la propuesta y exigió la redacción de una nueva acorde con los principios de la UE, que respete los derechos de los agricultores y fabricantes de azúcar y que de verdad proteja a los consumidores, no a los fabricantes de bebidas, chocolates, galletas,etc.
ASAJA