Nota de UPA-Andalucía
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-Andalucía) pedió éste lunes, tras la confirmación el pasado viernes de un nuevo foco de lengua azul en Portugal, un control exhaustivo de todos los movimientos de ganado desde el país vecino así como la intensificación de todos los planes de alerta veterinaria ante la posibilidad de que el virus de la lengua azul llegue a Andalucía. De hecho, el último brote de lengua azul en nuestra Comunidad ocurrió el 29 de julio 2005, y se desarrolló precisamente desde Portugal. El serotipo del virus detectado ahora en el país vecino es el tipo 4, el mismo que protagonizó los brotes de 2004 y 2005. Estos brotes provocaron en Andalucía la inmovilización del ganado con los consiguientes costes y pérdida de renta.
Asimismo, UPA-Andalucía pide a la Administración que, en caso de que se decrete algún tipo de inmovilización del ganado en nuestro territorio, apruebe ayudas con carácter de urgencia tal y como sucede en otros países afectados por el mismo problema, como Francia. UPA-A considera inadmisible que los ganaderos no reciban apenas apoyo financiero para solventar estas épocas de crisis sanitarias, lo que pone en grave riesgo la continuidad de las explotaciones.
UPA-A recuerda que la lengua azul solamente afecta al ganado rumiante y el contagio se produce a través de los mosquitos del género culicoides. Aunque la enfermedad no implica ningún tipo de riesgo para el consumidor sí representa en cambio, cuando aparece, un grave problema económico para los profesionales puesto que se ven obligados a inmovilizar la cabaña y no pueden realizar determinadas operaciones comerciales, como la compra-venta de animales vivos a otras explotaciones. Los ganaderos también padecen en estas situaciones trabas a la venta de animales para mataderos y plazas de toros situadas fuera del territorio andaluz.
Actualmente no existen focos activos en Andalucía y el último de ellos fue detectado en Cartaya (Huelva) el 11 de octubre de 2006.
UPA-Andalucía