La Consejería de Agricultura y Pesca de Andalucía ha comenzado el diseño del Plan Estratégico para el sector hortofrutícola almeriense, que tiene como objetivo identificar posibles problemas y amenazas, a la vez que fortalezas y oportunidades para poder diseñar estrategias que permitan afrontar posibles crisis con garantías de éxito. El secretario general de Agricultura y Ganadería, Luis Rallo, ha presentado el borrador del Plan a los representantes de la Mesa Hortofrutícola, que ha acogido positivamente la iniciativa.
Este primer documento incluye los principales problemas del sector, una caracterización de los invernaderos de Almería y un análisis de la OCM de frutas y hortalizas, así como un calendario de trabajo. Para perfilar el documento definitivo, durante los próximos meses se celebrarán cinco seminarios temáticos –producción; comercialización; infraestructuras y desarrollo rural; investigación, formación y transferencia de tecnología; y aplicación de la política comunitaria– en los que participarán expertos, agricultores y representantes de la Consejería. Las conclusiones que se extraigan de estos encuentros servirán para definir las estrategias.
El sector de frutas y hortalizas posee gran relevancia en Andalucía y se sitúa a la cabeza de la agricultura andaluza por su aportación a la Producción Final Agraria (entre el 35 y el 40%), a la vez que, que por su papel fundamental en el equilibrio de la balanza comercial. Por otra parte, la actividad hortofrutícola es la principal fuente de ingresos de un gran número de familias andaluzas. La horticultura almeriense, constituye el más claro exponente en este sentido, dado que la aportación de este sector al producto interior bruto provincial es muy significativa.
En Andalucía de los más de 5,1 millones de toneladas producidas de frutas y hortalizas los cultivos hortícolas representan el 81,78% y de éstos, los que se cultivan de un modo más intensivo, bajo plástico o invernadero suponen el 74%. Entre siete productos superan más del 71% de la producción hortofrutícola andaluza. Se trata del tomate (21,8%), pimiento (11,2%), naranja (10,1%), sandía (8,5%), pepino (6,8%), melón (6,7%) y fresa (6,6%).
En la actualidad, son muchos los factores que afectan al sector hortofrutícola almeriense. Los acuerdos tendentes a la liberalización de los mercados inciden cada vez más en la competitividad del sector y el continuo aumento de los precios provoca una reducción paulatina de los márgenes de producción. En la vertiente social, ha habido en los últimos años una fuerte demanda de mano de obra. Por tanto, la hortofruticultura intensiva se enfrenta al reto de armonizar estas demandas con la necesaria rentabilidad económica de las explotaciones.
La comercialización como objetivo
Durante el encuentro con la Mesa Horofrutícola, Luis Rallo ha traslado a los agricultores la necesidad de que exista “un compromiso firme” para afrontar los problemas que atraviesa el sector hortofrutícola. A su juicio, la principal amenaza de la agricultura almeriense es la diseminación de la oferta y la escasa presencia de empresas de la zona en la fase de comercialización de los productos”.
En este sentido, el secretario general de Agricultura y Ganadería ha animado a los representantes del sector a agruparse para poder luchar de manera conjunta contra la competencia, aunque también ha incidido en la importancia de "dar un salto cualitativo en la comercialización, donde se genera la mayor parte de la riqueza". Rallo ha afirmado que el futuro Plan Estratégico "vendrá a ofrecer las claves para lograr el desarrollo necesario".
Junta de Andalucía