A finales del año pasado, parecía que por fin había esperanzas de resolver este asunto, ya que la Comisión Europea inició un proceso de consulta pública como primer paso para la elaboración de un borrador del plan de gestión del tiburón de la Unión Europea.
Conocido como el “Plan de Acción para la Conservación y la Gestión de los Tiburones” (POA en inglés), este plan es el resultado del sólido compromiso que la UE adquirió en 1999 con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para establecer un conjunto de medidas de gestión del tiburón a nivel europeo. Después de recibir la presión de Oceana y de otras organizaciones conservacionistas durante años, en diciembre de 2007 la Comisión Europea elaboró finalmente un borrador exponiendo su posición a este respecto y los objetivos que formarían las bases del documento en cuestión.
Oceana aprovechó esta oportunidad para enviar a la Comisión sus comentarios y recomendaciones sobre el borrador del plan (POA) de la Unión Europea, con la esperanza de resolver vacíos informativos y de mejorar las medidas de conservación propuestas. Como parte de estos comentarios, Oceana solicita a la UE que ponga fin a la práctica de seccionar las aletas de los tiburones a bordo de las embarcaciones y pide que la captura se conserve íntegra. Oceana también apremia a la Comisión para que se aplique una gestión adecuada de la pesca de tiburón que realicen los barcos pesqueros de la UE en todo el mundo con límites de capturas.
Además de sus comentarios, Oceana también publicó diversos análisis sobre los datos de las pesquerías, demostrando que en 2006 los barcos pesqueros de la UE capturaron en todo el mundo más de 3.200 toneladas de especies de tiburón y raya en peligro crítico, y más de 7.000 toneladas de otras especies amenazadas de tiburón y raya. Las embarcaciones de España, Portugal, Francia, Reino Unido, Suecia, Bélgica, Alemania, Holanda, Grecia, Italia, Malta, Bulgaria y Rumania compartieron responsabilidad en la captura de estos depredadores de los océanos que están en la cima de la cadena alimenticia.
“La supervivencia de los tiburones se enfrenta actualmente a una amenaza real. Sin embargo, los tiburones son capturados de forma implacable en todo el mundo y, a menudo, sin ningún tipo de gestión pesquera o de restricciones,” explica Sandrine Polti, coordinadora de la campaña de tiburones de Oceana. “Resulta lamentable pensar que las flotas pesqueras pueden capturar tantas especies amenazadas de tiburón como deseen. ¿Por qué la industria pesquera se sigue oponiendo a que haya límites de captura y medidas de gestión de las poblaciones de tiburones, cuando lo que todo esto va a conseguir al final es que estos recursos tan preciados sean eliminados por completo de los océanos, y con ellos el beneficio que los pescadores obtienen?”, concluye Polti.
El enorme tiburón peregrino ha sido una de las especies de tiburones capturados. Aunque al principio se pensó que se trataba de una ballena, el tiburón peregrino, como el tiburón ballena, es un animal grande e inofensivo que se alimenta por filtración. A veces se le llama “pez sol”, porque tienen la costumbre de tomar el sol cerca de la superficie del agua. El tiburón peregrino crece muy lentamente y tarda muchos años en alcanzar su madurez sexual, que tiene lugar entre los 12 y los 16 años de edad. En 2006, algunas embarcaciones españolas dieron parte de la captura de ocho toneladas de tiburón peregrino, de las cuales cuatro procedían del Mediterráneo, tres de la costa Occidental de África y una del Atlántico Norte.
“Desde 2007, se ha prohibido por fin a los barcos pesqueros de la UE que faenan en todo el mundo capturar a este gigante de los océanos y al gran tiburón blanco“, comenta Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana en Europa. “Es inadmisible que en la UE no se limiten en absoluto las capturas de tiburones martillo, de pez sierra, de pez guitarra, de raya noriega y de pez diablo, que son especies que se enfrentan a un riesgo aún mayor de extinción”.
Casi un tercio de las especies de tiburón amenazadas que los barcos pesqueros de la Unión Europea capturan no es ni siquiera objetivo por su carne, sino por sus preciadas aletas, que se exportan al mercado asiático desde España y allí se utilizan como ingrediente principal de la exquisita sopa de aleta de tiburón.
Oceana