En junio, el ciclón Nargis cobró 78.000 vidas en Myanmar, y la temporada de huracanes causó gran destrucción en el Caribe, América Central y Estados Unidos.
El costo de las catástrofes naturales se elevó a unos 200.000 millones de dólares, el doble que en 2007.
La pérdida para las aseguradoras fue 50% más alta en 2008, mientras que solamente el huracán Ike en Estados Unidos costó 15.000 millones de dólares a esas empresas, indicó el organismo.
Según los científicos la vulnerabilidad de la humanidad a los desastres naturales aumentará si el problema del cambio climático sigue sin ser atendido.
En ese sentido, el PNUMA instó a los países a responder al problema con compromisos decisivos en la reunión que se celebrará en Copenhague en diciembre de 2009.
El mundo necesita emprender acciones decisivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y facilitar mecanismos de financiación para las economías y comunidades vulnerables, subrayó el PNUMA.
ONU