La Cámara reclama una atención especial para este sector por su importancia económica, por su incidencia en el empleo y por estar muy concentrado en regiones periféricas altamente dependientes de la pesca y con menor desarrollo económico. La Comisión, señala el texto, debe presentar propuestas para un plan de acción específico con un esquema de apoyo y medidas de defensa del sector del atún frente a terceros países. Asimismo, debería analizar posibles estrategias para incrementar la competitividad del sector y la posible aplicación de un registro comunitario especial para la flota atunera. Además, propugna que se exija a los productos de terceros países importados los mismos requisitos de seguridad alimentaria y calidad que a los de la industria europea. La Comisión Europea, añade el pleno, debe garantizar un control exhaustivo del origen de los productos para prevenir el fraude y la competencia desleal. También tienen que intensificarse las inspecciones sobre productos de terceros países para garantizar que respetan las normas de higiene y sanidad. La Cámara solicita que cuando por motivos de cooperación al desarrollo se realicen importaciones de atún que supongan una competencia desleal, se considere a las conservas comunitarias como producto sensible y se les apliquen medidas compensatorias. España, Francia e Italia tienen significativos intereses atuneros. La industria transformadora atunera emplea directamente en la UE a 40.000 personas. Además, la flota atunera de la Unión es la mayor del mundo, con unas capturas medias de 350.000 toneladas por año.
PE