En este sentido, deberían incluirse medidas como:
– Ayudas directas al viñedo de bajo rendimiento y alta calidad que posibiliten, mientras se mantienen las actuales condiciones del mercado, la supervivencia de este viñedo, ya que constituye el principal patrimonio vegetal de ciertas Denominaciones de Origen, y por su papel de mantenimiento del tejido productivo y social. Estas ayudas se solicitan con independencia de las que puedan establecerse por la asunción de mayores compromisos medioambientales, dentro de las medidas agroambientales de nuestro Programa de Desarrollo Rural Regional.
– Dotación económica para las Organizaciones de Productores que establecen medidas de apoyo a los viticultores y realicen acciones para la mejora de la comercialización.
- No deben traspasarse fondos de la OCM, que son fondos específicos del sector hacia el Segundo Pilar puesto que existe un claro riesgo de que estos fondos se desvíen hacia otras actuaciones y otros sectores diferentes, ya que la única limitación que puede establecerse, a priori, es que estos fondos se destinen a las regiones vitivinícolas, pero no solamente al sector vitivinícola. Además los fondos de la OCM ya resultan escasos, al no haberse aumentado éstos a pesar de la incorporación de los nuevos países miembros.
- Los miembros del Foro manifiestan su oposición a la liberalización de las plantaciones en el año 2013, ya que esto podrá introducir aún mayores desequilibrios en los mercados, afectando al tejido productivo tradicional.
- En el nuevo marco de normas de etiquetado que establece la OCM, deberían establecerse y aprovecharse todos los mecanismos que vengan a fortalecer las figuras de las Denominaciones de Origen, como referentes de los vinos de calidad.
En este mismo sentido, y bien ya sea como una nueva medida a aplicar dentro de los “Sobres Nacionales”, o dentro de las cantidades que obligatoriamente deben dedicarse a la promoción del vino, habrán de reservarse o establecerse partidas específicas para la promoción para los vinos de calidad acogidos a las Denominaciones de Origen, tanto en los mercados exteriores como, dentro de lo que la normativa comunitaria permita, para los mercados interiores.
- Debe de establecerse un periodo transitorio hasta la total desaparición de las actuales medidas de gestión de los mercados, que permita al sector su adaptación a la nueva situación y evite mayor presión sobre los precios del vino en unos momentos tan dramáticos para el sector como los actuales.
- Por otra parte consideramos que deben mantenerse las ayudas europeas dentro de la OCM para la eliminación de los subproductos vitícolas.
- En general, los miembros del Foro manifiestan la necesidad de implementación de aquellas medidas destinadas a mejorar directamente la situación del viticultor, ante la grave situación que atraviesa el sector.
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