Preocupación e incertidumbre en Asaja Granada tras la aprobación de la PAC

Nota de Asaja Granada
El día 26 de junio se aprobaba en Luxemburgo la reforma de la PAC después de arduas negociaciones para llegar a un consenso entre los Quince. Sólo Dinamarca, Holanda, Suecia y Reino Unido aprobaban la primera propuesta de Fischler presentada en julio de 2002, que proponía una desvinculación total de las ayudas de la producción en todos los sectores para acogerse a un pago único -basado en un periodo de referencia histórico: 2000, 2001 y 2002-, además de fuertes recortes del pago único o modulación del 12’5% a partir de 5.000 € hasta un 19% a partir de 50.000 €. Los países que más han luchado por mejorar dichas condiciones de partida han sido Francia, Alemania y España.

Así, el resultado de la reforma ha sido al final el menos malo. Se ha conseguido que no disminuya el precio de intervención de los cereales y que el desacoplamiento de las ayudas afecte en el citado sector al 75% y no al 100%. También se ha salvado del desacoplamiento el 50% de las ayudas en el sector ovino y caprino, y el 40% en el trigo duro. Y en el sector lácteo no se comenzará a aplicar hasta el 2008. Además, la modulación no superará el 5% para los perceptores de más de 5.000 €. Y las normas de eco-condicionalidad (sobre medio ambiente, seguridad alimentaria y laboral y bienestar animal) se han reducido de 38 a 18 introduciéndose su aplicación de forma progresiva. En lo que respecta a sectores de especial relevancia en la provincia de Granada la situación también quedó bastante mejorada: se ha atendido una importante petición como es la de prohibir con carácter obligatorio el cultivo de frutas y hortalizas en tierras acogidas al pago único; se ha creado un régimen permanente de ayuda en el sector de los frutos secos y en el de forrajes desecados se logra mantener la ayuda a la industria.

Con todo, quedan muchas incertidumbres respecto a la aplicación de todas estas medidas, aunque ya se prevén posibles consecuencias.

Razones para oponerse

ü La filosofía de la reforma sustancialmente no ha cambiado, pues siguen vigentes los conceptos de modulación (recorte de las ayudas), desacoplamiento (desvinculación de las ayudas de la producción), eco-condicionalidad (ayudas vinculadas a una serie de normas en materia de medio ambiente, sanidad y bienestar animal o seguridad alimentaria), o disciplina financiera (eventuales recortes por sobrepaso del presupuesto agrícola anual). Porque el objetivo último es, en definitiva, conseguir una liberalización total de los mercados a través de la progresiva reducción de las ayudas nacionales a los productos agrícolas y a la exportación -hasta conseguir su supresión absoluta-, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Por consiguiente no se tiene en cuenta el criterio de la cohesión social como justificación de la PAC propiciándose con ello a medio y largo plazo la desorganización sectorial y territorial de la actividad agraria.

ü Hay una renacionalización de las ayudas que deslegitima la propia política agraria comunitaria. Así, un 10% de pagos adicionales -dentro de los límites generales de la desvinculación-, se reservan a los Estados Miembros. Una parte de la financiación al desarrollo rural (procedente de la modulación) también debe completarla el país miembro. Además, la obligación de barbecho será establecida según criterios regionales.

ü El abandono de las explotaciones no está garantizado a pesar de que la desvinculación de las ayudas de la producción sea sólo parcial. Afectaría, sobre todo, a zonas de bajo rendimiento de cultivos como los cereales o al sector ovino y caprino, que difícilmente podrían sobrevivir con los precios del mercado. La provincia de Granada podría verse en este sentido seriamente perjudicada.

ü La aplicación de la reforma traerá consigo una excesiva carga burocrática que recaerá sobre los agricultores y ganaderos entorpeciendo la buena marcha de sus explotaciones. También será un carga para las Comunidades Autónomas que deberán gestionar y controlar las ayudas. Simultáneamente, la transferencia o ventas de títulos o bonos, donde se reconocerán los derechos históricos sobre los que se calculan las ayudas, la harán más compleja.

ü La posible transferencia de los títulos puede acarrear, por otra parte, un freno al relevo generacional en el campo, ya que muchos agricultores tenderán a su conservación, a la vez que puede generar un encarecimiento del valor de la tierra de las explotaciones que finalmente se vendan o arrienden.

ü Los agricultores profesionales serán los más perjudicados por la modulación de las ayudas, que supone recortes del 3% en 2005 y del 4% en 2006 y del 5% a partir del 2007 hasta el 2013. Estos recortes no afectan a los que se dedican a la agricultura como actividad complementaria que, en general, cobrarían las ayudas íntegras porque suelen ser perceptores de menos de 5.000 €uros.

ü La transformación de cultivos de secano en cultivos de regadío no obtendría incrementos en la percepción de las ayudas. Tampoco se contemplan en su totalidad los incrementos del nivel de vida que se producen cada año

Granada pierde…

El cálculo realizado por los técnicos de Asaja-Granada respecto de las pérdidas que se pueden ocasionar con la reforma en nuestra provincia se ha aplicado al cultivo del trigo duro y de los forrajes, y se ha basado en la superficie cultivable provincial con relación a la ayuda actual y los recortes introducidos con la nueva PAC. Así, en el cultivo de trigo duro las pérdidas en concepto de ayudas serían de 310.000 € el primer año, añadidas a otros 220.000 € en el ano 2005 y otros 50.000 € en el año 2006 (en sucesivos años se iría sumando unas pérdidas anuales de 580.000 €), y en el cultivo de forrajes se llegaría a una pérdida anual de 900.000 €. Hay que decir, no obstante, que la rentabilidad de estos cultivos es difícil de valorar ya que no se puede verificar la influencia de otras variables como son: precios de mercado; criterios de calidad; penalizaciones; adaptación a normas sobre medio ambiente, salud pública o sanidad animal y vegetal, desarrollo rural, zonas tradicionales, etc. Igual ocurriría con el pronóstico en la rentabilidad de sectores como el vacuno, el ovino y caprino o los cereales, aunque las perspectivas en nuestra provincia no se presentan del todo favorables.

Asaja Granada

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