El Gobierno y el sector han comenzado una campaña para tratar de que el arancel previsto por la Unión Europea, como consecuencia de la OMC y del acuerdo con Estados Unidos, no sea tan elevado que perjudique sus exportaciones.
Por ello, el Ministro de Comercio de Costa Rica, junto con empresarios del país, ha viajado a Bruselas para defender su posición. Pretenden que se amplíe el actual sistema de licencias, con un arancel de 75 euros por tonelada.
Argumentan que, con este nuevo sistema, la Unión Europea, eliminando las licencias actuales, protege a la producción europea y a las excolonias de una previsible bajada en los precios, ante la posible sobreoferta. A esta preocupación se añade el no conocer cómo afectará la ampliación de la Unión Europea a veinticinco miembros. Los latinoamericanos quieren que el aumento de cuota que se establezca por esta ampliación se asigne a la cuota no preferencial (no de países ACP).
En definitiva, Costa Rica desea que se extiendan las cuotas actuales, oponiéndose a que el sistema previsto comience en 2006. La preocupación por el futuro es mayor en Costa Rica y Colombia que en el resto de países productores, pues éstos tienen costes mas elevados. Sin embargo, las multinacionales estadounidenses no mantienen la misma postura. Chiquita no acepta un arancel mayor al actual, porque les afectaría negativamente en beneficio de los países ACP, que tienen cero, y con costes de transporte menores.
Dole no piensa igual y apoya el arancel único, afirmando que es el mejor método para que haya un precio estable.
La mitad de las exportaciones de plátano de Costa Rica van a la Unión Europea y el resto a Estados Unidos
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