En efecto, la situación climática (en este caso no su inclemencia sino su excesiva clemencia), además de surtir sus efectos sobre la psicología del consumidor que se halla un tanto desorientado sobre la estación en que se encuentra (otoño alargado, invierno real o primavera adelantada) alterando sus hábitos adquiridos en razón del calendario, ha hecho «enloquecer» los ciclos productivos induciendo a madurar con una anticipación de 1-2 meses cultivos masivos de hortalizas (especialmente alcachofas, lechugas, berenjenas y tomates). Es lo que ha sucedido, por ejemplo, con las alcachofas «romanescas» que normalmente se recogen en febrero y que este año han comenzado a llegar a la mesa del consumidor en diciembre.
Consecuencia inmediata de todo ello ha sido la acumulación de una excesiva producción en los almacenes, con dificultad incluso de su envasado y transporte a los mercados, obligando en muchos casos a la destrucción de buena parte de los productos.
Y, lógicamente, el exceso de oferta en origen ha provocado notable descenso en la cotización en los mercados mayoristas. Así, por ejemplo, en el mercado de Milán las cotizaciones de alcachofas y lechugas han perdido hasta un 40% respecto del mismo período del año 2005. La verdura de hoja ancha se puede comprar a 30-50 céntimos/kg en las tiendas minoristas, con ganancia «0» para el productor.
Fuentes de la Confederación Italiana de Agricultores (CIA) hablan de una pérdida del 30% de facturación del sector, con respecto al año pasado.
La situación ha sido menos grave para el norte de la Península, debido a las heladas nocturnas, pero ahora lo que se teme es la sequía, dada la casi total ausencia de precipitaciones en forma de lluvia y nieve en los meses de noviembre-diciembre, que no ha permitido reponer los adecuados niveles de reservas hídricas.
Otro de los temores de los productores hortofrutícolas es el de que una brusca vuelta del invierno normal con inesperadas y fuertes heladas pueda comprometer gran parte de las cosechas frutales, cuyas plantas se hallan ya, con mucha anticipación, en incipiente floración, según han informado Pedro Bonada Tor, Consejero Comercial y Julián Sánchez Cobos, Responsable sector agroalimentario en la Oficina Comercial de España en Roma.
Asimismo, el ministro italiano de Medio Ambiente, Alfonso Pecoraro Scanio, ya informó durante la Conferencia Nacional del Cambio Climático, que la temperatura ha aumentado en Italia cuatro veces más que en el resto del mundo.
Pecoraro Scanio, líder del partido Los Verdes, dijo que mientras en italia la temperatura ha aumentado 1,4 grados centígrados en los últimos cincuenta años, cuando el incremento medio mundial de 0,7 grados en todo el siglo.
El ministro explicó que las lluvias están disminuyendo, los casos de sequía se multiplican y que los hielos de los Alpes han pedido el 30% de su superficie en menos de un siglo.
Los primeros en sufrir las consecuencias del cambio climático serán el turismo y la agricultura afirmó Pecoraro Scanio, quien calculó que la producción agrícola del país podría disminuir un 22%.
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