Presentación del informe de sostenibilidad de la provincia de Málaga

Ha pasado un año desde que el Observatorio Provincial de Sostenibilidad en Málaga (OPS) fuera presentado ante los medios y la opinión pública. El OPS es un compromiso con el desarrollo de Málaga que las principales entidades públicas y privadas de nuestra provincia han querido hacer realidad, siendo sus principales valedores la Asociación MADECA –responsable del Plan de Actuaciones Estratégicas para la Provincia de Málaga-, la Agenda 21 Provincial liderada por el Área de Medio Ambiente de la Diputación Provincial, y la Universidad de Málaga, quien actualmente desarrolla una labor imprescindible en los diferentes frentes de la Sostenibilidad.

En este tiempo el OPS ha entrado a ser miembro activo de la Red Estatal de Observatorios de la Sostenibilidad, con lo que nos sitúa en el grupo de provincias españolas líderes y pioneras en el estudio y desarrollo de planes de acción sobre la sostenibilidad. Es más, nuestra provincia ha conseguido dar un paso más sobre el resto, consistente en que cada comarca sea protagonista de su destino, al propiciar la creación de Agendas 21 locales, cumpliendo al 100% con la máxima de la sostenibilidad “piensa globalmente, actúa localmente”.

El informe “Málaga Sostenibilidad 2007”, del cual se han presentado sus resultados, se estructura en dos partes principales; por un lado se ha elaborado un marco de referencia socioeconómico con el objetivo de conocer las múltiples transformaciones que ha sufrido la sociedad y la economía malagueña en estos últimos años; tras este marco, se ofrecen cinco estudios sectoriales relativos a áreas de interés claves en el desarrollo de Málaga. Estas son Agua, Consumo, Residuos, Usos del suelo, Biodiversidad y Energía. Finalmente, y como consecuencia de las conclusiones de los diversos estudios, el observatorio ha elaborado un sistema de indicadores destinado a medir la evolución del desarrollo malagueño desde un punto de vista ecológico y sostenible.

Resultados del Informe 2007

El informe de sostenibilidad sirve en primer lugar para constatar los grandes cambios producidos en los últimos años en la provincia, fuertes transformaciones en múltiples terrenos repletas de matices que ha resultado conveniente estudiar de cara a analizar la evolución de nuestro territorio en los comienzos del siglo XXI.

POBLACIÓN

Por un lado nos encontramos el fuerte crecimiento poblacional, hecho que sin lugar a duda tiene un gran impacto en el territorio. Así en el periodo 2001-2006, el padrón nos dice que el aumento de población ha sido de un 14,52%. Este aumento tiene un origen multicultural. En ese mismo periodo la población extranjera ha pasado a representar respecto al total del 6,56% al 13,68%.

Este fenómeno se ha extendido por toda la provincia, contando ya con cuarenta y tres municipios con más de un 10% de población extranjera, cuando en 2001 sólo alcanzaban esa cifra diecisiete.

El hecho migratorio nos lleva irremisiblemente a la cuestión del desarrollo económico de Málaga, donde los extranjeros han contribuido de manera notable tanto en la oferta (mano de obra que ha posibilitado mantener los elevados ritmos de producción) como en la demanda (un gran número de compradores han venido de fuera de nuestras fronteras).

ECONOMÍA

Construcción y servicios de mercado copan más del 80% del valor añadido bruto generado por Málaga. El crecimiento del sector inmobiliario ha sido el principal protagonista de los últimos años (con una tasa media anual de crecimiento cercana al 19% durante los últimos seis años), que ha dado lugar a la generación de rentas rápidas y empleos poco estables, situación poco sostenible en el tiempo y que, unido al alza de precios de la vivienda, pone en riesgo el modelo de crecimiento si no se toman las medidas correctivas adecuadas.

Observamos como el auge del sector inmobiliario precisa de materiales como el cemento, áridos, agua y energía…que si experimentan crecimientos muy elevados pueden generar tensiones en el medio ambiente de similar nivel, por lo que hay que estar muy atentos, siempre que una actividad económica desarrolla una gran expansión, al uso que de los recursos disponibles hace, ya que en eso consiste la sostenibilidad.

El indicador de consumo de cemento resulta muy revelador respecto a esta advertencia: la cuadruplicación de su uso en siete años nos alerta de las consecuencias que en determinados entornos (canteras, extracción de áridos de ríos, urbanismo desequilibrado…) puede estar ocasionando.

En el lado positivo, podemos mencionar que el desarrollo económico ha permitido a Málaga ser la provincia de España con una mayor tasa de crecimiento medio anual del PIB a precios básicos en los últimos años, reducir la tasa de paro hasta el 10,34% al cierre de 2006 (la más baja de los últimos treinta años), recortar el diferencial entre el paro masculino y femenino a la mitad (del 12,5% al 6,6% durante el periodo 1996-2005) y llevar la distancia entre tasa de actividad masculina y femenina al margen más estrecho de todas las provincias andaluzas (aún así, los 22,39 puntos actuales resultan un camino que debe imperiosamente ser reducido).

USOS DEL SUELO

Esta posible degradación queda reflejada en algunos puntos de nuestro territorio. El suelo urbano de la provincia, por ejemplo, ha crecido en 6.488 hectáreas con respecto al año 1990. Este cambio de usos se puede haber producido por pérdidas de suelo agrícola, suelo forestal u otros usos, respondiendo al fuerte crecimiento urbanístico.

En general, se podría decir que son las comarcas costeras, o con municipios en costa, las que han experimentado este aumento, respondiendo a un fenómeno que se ha venido a denominar “litoralización” (ocho municipios costeros superan ya los 50.000 habitantes frente a sólo 3 en 1991), mientras que las comarcas de interior, como la Serranía de Ronda o Antequera apenas han aumentado su tamaño.

Llama especial atención la artificialización u ocupación del primer kilómetro de costa de los municipios, así la media en la Costa del Sol Occidental es del 53%, mientras que en la parte Oriental ese porcentaje es del 33,9%. El municipio de Marbella lidera esta clasificación, donde el 62% de su primer kilómetro de suelo es artificial. Esta ocupación tiene un gran impacto sobre nuestro ecosistema marino o en la regeneración natural de nuestras playas.

BIODIVERSIDAD

Respecto a la preservación de la biodiversidad en nuestra provincia, hay que poner de relieve la creciente demanda de vías comunicación producida por el crecimiento en diseminado que está siguiendo la provincia, provocando la fragmentación del territorio y la formación de pequeñas islas de territorio que dejan de tener comunicación física natural, lo cual induce a la endogamia de las especies que se quedan aisladas, corriendo el grave riesgo de extinguirse por falta de variabilidad genética.

Gracias a la incorporación de nuevos espacios protegidos a través de la red Natura 2000, mediante la figura de los Lugares de Interés Común (LICs), ha aumentado la superficie protegida de la provincia, aunque quedan aún ecosistemas de gran valor pendientes de alguna figura de protección, que evite su desaparición.

Málaga se sitúa como la provincia con más especies de flora en peligro crítico de extinción de toda la Península, y la quinta en cuanto a especies amenazadas en general. La fauna en riesgo de la provincia es también extensa. Más de la mitad de la especies de vertebrados presentes en la provincia de Málaga están incluidos en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.

RESIDUOS

La producción de residuos sólidos urbanos a nivel provincial no experimentó variaciones significativas de 2003 a 2005 (descenso del 1%), aunque sí se detectaron cambios dentro de las diferentes áreas de gestión existentes.

La zona de la Mancomunidad de la Costa del Sol es el área donde más residuos se generan, seguida de la zona perteneciente al Consorcio Provincial y por último el municipio de Málaga, aunque los mayores incrementos se han producido en las zonas correspondientes a éstos dos últimos, que han incrementado su producción de RSU un 3% desde 2003. La zona de la Costa del Sol Occidental ha disminuido la producción de RSU en un 6%, a pesar de ser la que más residuos produce, unas 50.000 tm. /año más con respecto a las otras zonas.

AGUA

En relación con el estado de los recursos hídricos, la calidad de las diferentes masas acuáticas de la provincia acusa las consecuencias de la actividad humana cada vez más extensa e intensa. Los mayores riesgos actualmente se presentan en las aguas residuales urbanas aún sin depurar, la sobreexplotación de los acuíferos, los residuos agrícolas y ganaderos, la persistencia de vertederos mal emplazados y la explotación de áridos las principales presiones recibidas por el medio acuático. Advertimos un Guadalhorce bastante deteriorado y un río Vélez afectado por el uso de fertilizantes. Varios acuíferos presentan contaminación por nitratos y algunos embalses se encuentran con problemas de eutrofización –enriquecimiento por nutrientes de tipo orgánicos como los fertilizantes, residuos ganaderos, aguas urbanas sin depurar – en las aguas almacenadas.

La provincia de Málaga se encuentra a la cabeza de Andalucía en lo que se refiere al consumo urbano de agua, con 303 litros por habitante y día (periodo 2003-2005). La Costa del Sol Occidental y Málaga capital son quienes presentan un consumo total mayor, aunque el municipio que ha aumentado más su demanda es Antequera con un 52%.

Uno de los aspectos que más preocupan son el estado del abastecimiento y saneamiento del agua en Málaga son las pérdidas en la red (que alcanzan el 40-50% en determinadas zonas) y la existencia de municipios que no depuran sus aguas residuales al no disponer aún de acceso a estaciones de tratamiento. Más complicado es el caso de otros que, contando con estas instalaciones, no han entrado en funcionamiento o no rinden correctamente por diversos motivos.

Llamar también la atención de las aguas de baños litorales, que si bien ninguna presenta inaptitud para su disfrute, la carga contaminante urbana recibida por el litoral malagueño en el último periodo medible ascendió casi en un 40%, tendencia al alza cuando en el resto del litoral andaluz los niveles de contaminación van en descenso. Esta situación podría tener una repercusión directa en nuestra economía, ya que esta basada en gran parte en el turismo, un turismo que cada vez es más exigente en la calidad medioambiental del destino.

ENERGÍA

En lo que respecta al consumo de energía se detectan tensiones importantes, siendo Málaga la provincia de la región que más ha incrementado sus cifras relativas de consumo de energía final en el período 2000-2005, con un 32,2% frente a la media andaluza. Gas natural y electricidad son las áreas donde más claramente se refleja esta tendencia. En cuando a consumo de electricidad, en la última década se ha incrementado en un 190%.

Málaga como generadora de energía eléctrica se encuentra lejos de las provincias líderes de Andalucía, con sólo un 5,9% frente a otras como Cádiz que llegan hasta casi el 50%. Lo positivo es que de los 600 Megavatios instalados, el 90% corresponde a energías renovables, principalmente producida por central hidroeléctrica. Nos situamos en la cola en cuanto a producción de energía solar (sextos), y en la cabeza de producción eólica (terceros).

La construcción acapara las mayores alzas relativas en consumo de energía eléctrica, con un incremento del 215% en el periodo 2000-2005. Sin embargo los sectores con mayores consumos son primero el alumbrado público y consumo domésticos, y por otro lado el sector servicios.

Un dato relevante en este mismo periodo de tiempo, 2000-2005, es que mientras el padrón municipal ha aumentado en un 17%, el consumo de electricidad para usos eminentemente domésticos y urbanos ha aumentado un 48%, es decir casi tres veces más.

Por otro lado se observa un aumento de la emisión de CO2 con origen en el consumo final de energía (un 34,39% de 2000 a 2005 frente a la media andaluza del 28,17% para el mismo periodo), quedando cerca de las 8 millones de toneladas de CO2 (5,3 toneladas de CO2 por habitante debido al consumo final de energía) y se aprecia un ligero descenso en la superficie ocupada por los sumideros naturales de la provincia (bosques y tierras de cultivo, principalmente), lo cual no es una contribución positiva a los efectos del calentamiento climático, que ya se han comenzado a notar en nuestra provincia, con un número muy indicativo de meses (prácticamente tres de cada cuatro) por encima de la media histórica 1971-2000. En precipitaciones no hay grandes alteraciones respecto a los datos históricos. Los niveles de ozono siguen siendo seguros.

OPS-Málaga

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