El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, presentó el pasado jueves el proyecto de trazado de la transferencia del Ebro a las cuencas internas de Cataluña, Júcar, Segura y Almería, incluido en el Plan Hidrológico Nacional.
El canal inicial recorría 1.073 kilómetros, frente a los 912 kilómetros del trazado actual, lo que representa una reducción del 10 por ciento. En total, 480 kilómetros serán de nueva construcción y 432 aprovecharán las infraestructuras y conducciones ya existentes, como son: el canal Cherta-Calig, el minitrasvase de Tarragona, los canales del postrasvase Tajo-Segura, la futura Autovía del Agua de Almería o la conexión proyectada del CAT con Abrera que ha posibilitado el Plan Hidrológico Nacional.
El impacto ambiental se ha reducido considerablemente en el proceso de redacción del trazado. El proyecto original interfería en 18 zonas protegidas, cuatro de ellas con impacto nulo, y otras cuatro incluidas en la Red Natura con posterioridad a la redacción del PHN. Con las modificaciones ahora presentadas sólo cuatro zonas se podrían ver afectadas: la Sierra de Ricote-La Navela, el curso alto del río Mijares, el curso medio del Júcar y la Rambla de Bolbaite. Las tres últimas son sencillos cruces de cauces. Estas cuatro afecciones serán debidamente corregidas tras la correspondiente evaluación de impacto ambiental.
En concreto, el impacto inicial se ha reducido en un 95 por ciento. En un primer momento afectaba a más de 526 hectáreas, y se ha conseguido reducir a 28 hectáreas, lo que representa sólo el 0,5 por ciento de la longitud total de la conducción.
45 por ciento para abastecimiento de ciudades y 55 para usos ambientalesEl trasvase incluido en el PHN llevará, en origen, 190 hm3 de agua a las cuencas internas de Cataluña, 350 a la cuenca del Júcar, 450 al Segura, 95 hectómetros cúbicos a Almería, para garantizar las sostenibilidad de los acuíferos sobreexplotados de la zona, los regadíos infradotados, y el abastecimiento de las ciudades, según señala explícitamente la ley del Plan.
Además, servirá para la preservación de numerosos humedales existentes en el Mediterráneo, como son: el Prat de Peñíscola; el Prat de Cabanes-Torreblanca; los Marjales de Nules, de Almenara, del Sur del Júcar o de la Safor; la Albufera de Valencia; la Laguna de Salinas; el Hondo de Elche; el Clot de Galvany; las Salinas de Santa Pola y la Mata; el Mar Menor o la Laguna de Antas, que constituyen en conjunto verdaderos corredores de aves.
La solución del trasvase del Ebro fue acordada por la mayoría del Consejo Nacional del Agua y el Parlamento español, tras considerar diferentes alternativas y analizar el coste-beneficio de la transferencia, valorando los aspectos ambientales, socioeconómicos y técnicos, y priorizando la reutilización, la desalación y el ahorro en las cuencas receptoras.
En este sentido, el trasvase del Ebro servirá para corregir definitivamente el déficit estructural de 2.268 hm3 que tienen las cuencas del Mediterráneo, garantizando con esta opción los usos, tanto actuales como futuros, de la cuenca cedente, y siempre que se hayan puesto en marcha las obras del Pacto del Agua de Aragón.
Hoy se ha constituido la sociedad encargada de realizar el trasvase Asimismo, el Ministerio de Medio Ambiente, ha constituido hoy la sociedad estatal «Infraestructuras del Trasvase, S.A.» (INTRASA), para la construcción y explotación de las obras hidráulicas del trasvase del Ebro.
Además, la nueva sociedad supervisará la licitación, adjudicación y evolución de las obras, y una vez en funcionamiento, se encargará de su mantenimiento y conservación. Antes deberá pasar las correspondientes evaluaciones de impacto ambiental.
El coste total de esta actuación se estima en 4.207,08 millones de euros (700 mil millones de pesetas), y será financiado tanto por el sector público, como por los propios usuarios, dentro del principio de recuperación de costes de la Directiva Marco de Agua de la Unión Europea.
MMA