En la tarde de ayer, Greenpeace, junto con otras organizaciones ecologistas, se reunió con el Ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, con el Director General de costas, el Delegado del Gobierno y más miembros del Ministerio de Medio Ambiente y de la de Xunta de Galica. La reunión tuvo lugar en la demarcación de Costas de A Coruña.
Greenpeace demandó al Ministerio los resultados de la analítica que determina la composición exacta del fuel oil del Prestige dada la más que probable presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos y de metales pesados, sustancias altamente tóxicas que deben ser tenidas muy en cuenta a la hora de realizar las tareas de limpieza de la marea negra. Sin embargo, éstos no fueron presentados. Greenpeace estima fundamental una mayor transparencia en la información a los ciudadanos y que no se trate de minimizar la catástrofe. Además la organización ecologista recomendó extremar las medidas de seguridad en la limpieza de la marea negra hasta que no se tengan los resultados de las analíticas para que no se repita el drama con el Erika. En este accidente el Gobierno francés ocultó la toxicidad real del fuel durante una largo periodo de tiempo y luego se demostró que era cancerígeno. Ante la falta de estos análisis Greenpeace ha decidido realizar su propia analítica con el fin de determinar la composición del fuel.
«A la espera resultados más concretos de la analítica es conocido el contenido en sustancias cancerigenas del fuel por lo que es inadmisible que las autoridades españolas lo intenten ocultar y que a fecha de hoy no haya sido hecho público . Pedimos por tanto que se hagan públicos los resultados de la analítica para velar por la seguridad de quienes están realizando las labores de limpieza» , declaró Mario Rodríguez, Director de Campañas de Greenpeace España, presente en la reunión.
Otras de las peticiones han sido la evaluación preliminar del estado de la costa, tampoco facilitada, y la evaluación de los costes ambientales de la catástrofe. Jaume Matas admitió que los 43 millones de euros en que estableció los daños ambientales sólo reflejan daños materiales por lo que la cifra ha de elevarse incluyendo el daño que ha sufrido el ecosistema.
Greenpeace demandó a Matas una actitud más pro-activa para que el Gobierno español imponga la responsabilidad ilimitada a la industria petrolera tal y como se logró en EE.UU. tras el accidente del Exxon Valdez, a través de la US Oil Pollution Act. Este hecho tendría un efecto directo e inmediato en la mejora de la seguridad marítima.
«Esperemos que el Ministerio de Medio Ambiente sepa estar a la altura de las circunstancias y que tome una postura más pro-activa en la gestión de la crisis para que los daños ambientales que se han producido sean evaluados en su justa medida «, ha declarado Mario Rodríguez, Director de Campañas de Greenpeace España.
Otro de los temas que demandó Greenpeace en la reunión es el establecimiento de un plan de emergencia en la lucha contra la contaminación por mareas negras para evitar los mismos errores que se han cometido esta vez: la descoordinación y la improvisación. Asimismo demandó un protocolo de gestión del fuel residual una vez extraído de la costa sin que tampoco fuera facilitado. Greenpeace sigue a la espera de que la Demarcación de Costas de A Coruña facilite los informes con los datos del estado real del litoral.
Greenpeace se reunió con los pescadores de Malpica quienes expresaron su preocupación sobre la aparición de fuel en el fondo marino, preocupación que Greenpeace comunicó al Ministerio de Medio Ambiente. El fuel en el fondo marino se extiende en la zona de Malpica en una banda entre las 2 y las 5 millas y de entre 40 y 50 metros de profundidad tal y como prueban la nasas de los barcos Virxem do Carmen (ubicado en las coordenadas 43º 21´N, 8º 40,5´W) y Modia (43º 19,2´N, 8º 45,4 W) Greenpeace exigió la toma de medidas inmediatas ya que los efectos del fuel sobre el fondo marino son mucho más complicados de tratar que los de la superficie y han de ser tenidos en cuenta.
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