Desde Fademur, la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, consideramos que hoy es un día histórico, pues con la aprobación en Consejo de Ministros del Anteproyecto de Ley de Garantía de Igualdad entre mujeres y hombres comienza el procedimiento para reconocer el derecho a la igualdad como un derecho fundamental.
Tenemos que analizar el texto en profundidad; sabemos que se recogen parte de nuestras demandas de igualdad de derechos para trabajadoras y trabajadores por cuenta propia y adscritos a regímenes especiales; y segura que vamos a realizar aportaciones. Pero hoy nuestra primera valoración ha de ser necesariamente positiva por lo revolucionario que supone apostar por una ley de Garantía de la Igualdad entre Mujeres y Hombres.
Porque los datos demuestran que, pese a los evidentes avances de los últimos años, falta mucho camino por recorrer hasta alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. Hoy nos despertábamos con los resultados del estudio del Instituto Nacional de Estadística, que pone cifras a esta desigualdad:
– Las mujeres gana, de media, un 40% menos que los hombres, porcentaje que llega al 51% en el caso de personas con estudios superiores.
– Son mayoritariamente mujeres las ocupadas a tiempo parcial, un 78%.
– Son muchísimas las mujeres que abandonan un puesto de trabajo para ocuparse en exclusiva de la familia, o por motivos personales, 380.000 cada año frente a 14.500 hombres que dan ese paso.
En definitiva, se constata la desigualdad de la que vivimos, desigualdad que, como FADEMUR viene denunciando, en el medio rural es todavía más acusada: las mujeres, que tiene menor nivel de ocupación y mayor desempleo que los varones, perciben menores sueldos en el caso de que cuenten con un empleo reconocido y no perciben menores sueldos en el caso de que cuenten con un empleo reconocido y no un trabajo invisible en las explotaciones y los negocios familiares. El nivel de desempleo femenino en el medio rural supera en 20 puntos la media nacional. Si a esto unimos la escasez de servios e infraestructuras, son muchas la mujeres que no pueden acceder a un empleo o que se ven obligadas a abandonar el que tienen para ocuparse de la familia, de los hijos menores o de sus mayores dependientes.
Es por ello que las mujeres de FADEMUR deseamos que el texto final, con las aportaciones que incluyamos durante su tramitación, motive un cambio y suponga un avance real en la consecución de la igualdad entre mujeres y hombres, y entre las mujeres del medio rural y las mujeres del medio urbano
FADEMUR