La Asociación Nacional de Productores Agroalimentarios (PROAGRO) califica de positivas, para los productores españoles, las nuevas normas de etiquetado del aceite de oliva aprobadas por la Comisión Europea. Esta es la conclusión a que ha llegado el sector aceitero de PROAGRO tras el estudio del nuevo reglamento.
Las normas aprobadas para la comercialización del aceite de oliva, que entrarán en vigor el próximo día 1 de noviembre de 2002, y, que estarán sometidas a un periodo transitorio, afectan principalmente al etiquetado de este producto, a su mezcla con otros aceites vegetales y a la composición de alimentos que lo contienen como ingrediente. Esta nueva medida establece, además, requisitos más precisos para la correcta presentación ante los consumidores del aceite de oliva y de otros alimentos elaborados con este producto.
En el caso de alimentos que contienen aceite de oliva entre sus componentes, el fabricante deberá indicar en la etiqueta la proporción de este producto respecto al peso total del alimento o el porcentaje de aceite de oliva incluido en las materias grasas que componen el producto.
En la nueva normativa se recoge también, que los envases de aceite deberán indicar claramente en su etiqueta una de las cuatro designaciones o categorías: aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen, aceite de oliva compuesto de virgen refinado y por último, aceite de orujo de oliva.
Además de definir estas categorías, también se establece que el aceite de oliva será vendido en recipientes que tendrán una capacidad máxima de 5 litros, con un sistema de cierre que se destruya después del primer uso, de forma que se pueda evitar algún tipo de fraude, que tanto ha perjudicado, desde siempre, a este sector.
A juicio de PROAGRO, todo este conjunto de medidas es muy beneficioso para los productores, ya que la comercialización del aceite de oliva será más clara y concisa y los consumidores obtendrán una mejor información y mayor protección sobre lo que están comprando.
PROAGRO