El sector productor de pollos español cuenta con cerca de 5.000 explotaciones avícolas, que generan 37.500 puestos de trabajo. Según los responsables de PROAGRO en este sector, en España se sacrifican una media de 600 millones de pollos al año, con una producción de 1,4 toneladas de carne, lo que representa el 13,5% de la Unión Europea y una facturación alrededor de los 1.200 millones de euros.
La ausencia de un contrato-tipo homologado que vincule a la calidad de la carne y asegure el funcionamiento normalizado de los mercados es una de las causas que enfrenta a las asociaciones de productores de pollo y al Ministerio de Agricultura, pese a los esfuerzos realizados en este sentido por todas las partes implicadas.
El descenso de los precios, ocasionado por la recuperación de otros sectores, como el de la producción de carne de vacuno, junto a otros factores, ha ocasionado pérdidas para el sector productor de pollos cercanas a los 21,8 millones de euros, durante los 10 primeros meses del año, y ha servido de argumento a los productores para protestar por la gravísima situación económica en la que se encuentran las explotaciones avícolas y para exigir a las grandes empresas integradoras un acuerdo definitivo sobre el contrato tipo homologado.
El problema de fondo es la falta de acuerdos entre todas las empresas avícolas a la hora de refrendar el Acuerdo Marco y elaborar un proyecto común olvidando la anarquía existente en este sector industrial durante años y donde algunas empresas marcaban unilateralmente los precios, algo sin duda de otro tiempo y que afecta principalmente al sector de la producción.
Proagro