La Asociación Nacional de Productores Agroalimentarios (PROAGRO) se ha fijado unos objetivos muy ambiciosos para el presente año 2002. El considerable aumento de productores afiliados la convierte en la punta de lanza de las organizaciones del sector, teniendo en cuenta que PROAGRO aglutina entre sus asociados a todos los sectores productivos de agroalimentación del país.
Según su presidente, Ismael Álvarez de Toledo, se van a potenciar todos los servicios ya existentes, fijando un especial interés en los cursos de reciclaje en materia de calidad y aseguramiento de la calidad. La participación en eventos feriales seguirá teniendo una importancia vital, y se crearán nuevas líneas de servicios que solucionen todos los problemas que se les puedan plantear a nuestros asociados. La apertura de oficinas en aquellas Comunidades Autónomas que aún no las tienen y la colaboración entre las organizaciones profesionales del sector también se encuentran entre los objetivos prioritarios de esta asociación. Según Álvarez de Toledo, se debe trabajar por la unión de los distintos sectores y la unificación de criterios a nivel nacional si queremos alcanzar la fuerza necesaria en la defensa del sector productivo.
La labor a la que se enfrenta PROAGRO cada año supone un reto para su Junta Directiva, conscientes del esfuerzo de los productores para obtener el máximo rendimiento en la comercialización de la materia prima en un mercado altamente competitivo. Lo que conlleva la coordinación entre los diferentes estamentos autonómicos y el gobierno central en la defensa de los intereses de todos los asociados, sea cual sea la Comunidad Autónoma en la que residen.
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