PROGRAMA PARA REDUCIR LA CONTAMINACIÓN POR NITRATOS

La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente publica hoy en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha una Orden por la que se aprueba el Programa de Actuación aplicable a las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario en nuestra Comunidad Autónoma, con el que se pretende prevenir y reducir este tipo de contaminación mediante la racionalización del uso de la fertilización nitrogenada en el marco de una agricultura sostenible.

Este Programa de Actuación será de aplicación en todo el territorio comprendido por las zonas vulnerables de Castilla-La Mancha, que son las unidades hidrográficas de la Mancha Occidental, con una superficie de 6.953 kilómetros cuadrados y 32 términos municipales, y el Campo de Montiel, con 3.192 kilómetros cuadrados y 17 términos municipales.

Tras la realización de un estudio hidro-geológico en los acuíferos 23 y 24 hecho por el Instituto Tecnológico Geominero de España, en estas zonas se encuentran índices de nitratos en el agua superiores a los límites que marca la Directiva Europea sobre protección de las aguas contra la contaminación por nitratos de origen agrario y, por ello, la Consejería las declara zonas vulnerables.

También en aplicación de la normativa europea y su trasposición por Real Decreto a la normativa española, la Consejería ha elaborado un Programa de Actuación para disminuir en lo posible la contaminación de estas aguas. Este programa ha sido consensuado con las organizaciones agrarias, UCAMAN, Comunidades de regantes y grupos ecologistas.

Además se ha sometido a información pública durante 20 días para que cualquier ciudadano interesado haya podido hacer alegaciones, ya que el Programa es de obligado cumplimiento para todas las explotaciones agro-ganaderas ubicadas en las zonas delimitadas, durante un período de aplicación de cuatro años.

Buenas prácticas agrarias

El Programa de Actuación recoge una serie de prácticas agrarias que tienden a disminuir la utilización de los abonos nitrogenados tanto de origen animal como orgánicos, fitosanitarios y agua, optimizando su aprovechamiento y produciendo un importante ahorro en los costes de producción de las explotaciones agrarias.

Se trata, fundamentalmente, de difundir una serie de “buenas prácticas agrarias”, evitando dos de los procesos más contaminantes que son el lavado de los nitratos por lixiviación que lleva los nitratos a capas profundas del suelo, así como por escorrentía, que es el arrastre de los nitratos por las aguas superficiales.

Asimismo, el programa determina cuáles deben ser los momentos y la forma de aplicación de los fertilizantes nitrogenados en cada tipo de cultivo. De forma general, no se podrán aportar cuando los cultivos no los consumen, sino que deberán usarse en las fases de máximo consumo de las plantas, ya que así se consigue que los nitratos –muy solubles- no sean lavados y transportados por el agua y, por tanto, se evita la contaminación de la misma.

En la Orden también se establecen unos topes máximos de aportación de nitrógeno por hectáreas y por los cultivos tanto de secano como de regadío que son más frecuentes en las zonas delimitadas.

Otro de los aspectos fundamentales para reducir la contaminación por nitratos es el correcto manejo del agua de riego, ya que un aporte excesivo o una deficiente distribución de la misma favorece la lixiviación y la escorrentía. En la Orden se establecen una serie de recomendaciones en función del sistema de riego, el tipo de suelo, la pendiente del terreno, la localización del nivel freático, la conductividad hidráulica, etc.

La ganadería intensiva es otro de los factores de contaminación por nitratos que tiene en cuenta la Orden. En este caso, se establecen una serie de normas específicas para controlar los aportes nitrogenados, para la optimización en el manejo de los residuos ganaderos y para el almacenamiento en instalaciones adecuadas de estiércoles, purines y efluentes diversos en las épocas en que no se pueda aportar al suelo.

Formación y divulgación

La puesta en marcha de este Programa de actuación conlleva la formación de los agricultores y ganaderos en las “buenas prácticas agrarias”, así como la divulgación de las mismas.

La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente divulgará y promocionará, entre los agricultores y ganaderos de las zonas vulnerables, la aplicación de las medidas contenidas en el Código de Buenas Prácticas Agrarias y el Programa de Actuación mediante cursos, charlas informativas, edición de publicaciones técnicas, etc.

También se fomentará el uso por los agricultores de la información sobre las necesidades de agua, fertilización, etc. del Servicio Integral de Asesoramiento al Regante (SIAR) para hacer una adecuada programación de riegos y de la fertilización.

Otras medidas serán la promoción del uso de maquinaria moderna para la distribución de estiércol, con el fin de mejorar y facilitar su distribución, así como se divulgarán posibles alternativas en la gestión de los residuos ganaderos.

Por último, señalar que la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Guadiana, pondrán en marcha una serie de medidas de seguimiento y control del Programa, con el fin de hacer los retoques que fuesen pertinentes para que funcione con eficacia.

JCCM

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