Con el apoyo de Fundación “la Caixa” y el equipo de científicos y expertos marinos de Oceana, además de submarinistas profesionales, un robot submarino (ROV) y el catamarán de investigación Oceana Ranger, se ha publicado “Illes Balears: Propuesta para la gestión de hábitats amenazados y la pesca”, donde se estudian más de una treintena de localizaciones del sur de las islas hasta los 250 metros de profundidad, abarcando una extensión superior a los 125.000 metros cuadrados.
Según Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa “muchos fondos de zonas profundas son muy desconocidos y están despareciendo a un ritmo vertiginoso”.
Baleares cuenta con concentraciones espectaculares de esponjas, escarpes y cañones submarinos de más de 2.000 metros de profundidad. Tiene además volcanes de fango, jardines de gorgonias de aguas profundas, campos de esponjas arborescentes, fondos de coralígeno, lechos de maërl, fondos de estrellas pluma o crinoideos donde se pueden concentrar decenas de miles de estos animales y muchos otros hábitats de incalculable valor. Y en zonas más cercanas a la superficie se pueden encontrar bosques de algas pardas, praderas de fanerógamas marinas, arrecifes de coral, repisas de algas rojas, tenasses, etc.
Las imágenes tomadas por el equipo de Oceana han captado casi un centenar de hábitats y comunidades marinas de alto valor ecológico y han podido identificar más de 400 especies diferentes de fauna y flora.
Los resultados de este trabajo conjunto de investigación de Oceana y Fundación “la Caixa” podrían servir de base para presentar un plan de protección de los fondos marinos de las Illes Balears al Govern, para que éste tome el liderazgo en el cumplimiento de los compromisos internacionales establecidos por el Convenio de Biodiversidad de Naciones Unidas y cree nuevas áreas marinas protegidas hasta alcanzar, al menos, un 10% de su superficie marina.
Pese a que todos los gobiernos del mundo se han comprometido a proteger como mínimo un 10% de sus principales ecosistemas, ningún país ha cumplido aún este acuerdo, que deberá estar finalizado para el año 2010.
Baleares ya tiene una docena de áreas marinas protegidas, entre las que destacan el Parque Nacional Marítimo Terrestre de Cabrera o las reservas marinas de Migjorn de Mallorca, Es Freus d’Eivissa, Formentera, Illes Malgrats, El Toro, o Nord Menorca, entre otras. A pesar de ello, sólo el 0,75% de la superficie marina del archipiélago goza de algún tipo de protección. De llevarse a cabo la propuesta de Oceana y Fundación “la Caixa” se contaría con cerca de 5.000 km² de áreas marinas protegidas en el Promontorio Balear, frente a los menos de 350 km² con los que cuenta en la actualidad.
Algunos de los lugares que Oceana presenta como potenciales zonas de protección se encuentran las montañas submarinas del Canal de Mallorca, las aguas profundas Cap sa Creu en Formentera, o el cañón de Menorca.
Pero Oceana también llama la atención sobre las amenazas que se ciernen sobre estos ecosistemas. Las marcas de arrastre encontradas sobre hábitats muy frágiles, el declive de los campos de plumas de mar y gorgonias de fango, la acumulación de basuras y artes de pesca abandonados en los fondos, o el excesivo fondeo de embarcaciones de recreo sobre praderas de Posidonia oceánica y la sobreexplotación de especies pesqueras como la merluza, el salmonete o las gambas son algunas de las malas noticias que aporta el informe.
Entre las recomendaciones que incluye el informe para poder proteger la riqueza de estos ecosistemas submarinos, se encuentra la eliminación del arrastre sobre hábitats vulnerables y esenciales, la ordenación y gestión del fondeo de embarcaciones, poner freno a la destrucción litoral y acabar con la contaminación marina, entre otras. Se puede acceder al informe completo a través de “Illes Balears: Propuesta para la gestión de hábitats amenazados y la pesca”
Oceana