Proteger a los pobres y al crecimiento económico a pesar de la crisis

Según el documento, publicado hoy durante la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de las Naciones Unidas en Doha, Qatar, las intervenciones como los programas de transferencias condicionales de dinero en efectivo en México y Brasil son eficientes en función de los costos y cuestan menos del 1% del PIB. Para muchos países en desarrollo, el gasto en redes de protección social bien dirigidos constituye una inversión inteligente, ya que los efectos de la desnutrición de los niños duran toda la vida. “Los gobiernos enfrentarán una depresión mundial importante que, a su vez, incrementará la demanda en el gasto público, parte de la cual deberá satisfacerse”, agregó Leipziger.

Se prevé que la economía mundial crecerá apenas un 1%; en los países de ingresos altos, la economía se contraería desde un 2,5% en 2007 hasta el 0,1% en 2009, y en los países en desarrollo, se prevé una caída del 7,9% en 2007 al 4,5% en 2009. El Banco Mundial estima que cada caída de un punto porcentual en el crecimiento podría sumir a otros 20 millones de personas en la pobreza.

Weathering the Storm señala que la crisis financiera se traducirá en menos demanda de trabajo en muchos países en desarrollo y en desempleo y salarios más bajos. Por lo tanto, recomienda políticas que sostengan el ingreso de los trabajadores, como las transferencias condicionales de dinero en efectivo, el incremento de las pensiones sociales y por discapacidad, y del seguro de desempleo, entre otros beneficios.

En el mismo sentido, el informe subraya la necesidad de aprovechar la crisis financiera para eliminar las limitaciones al crecimiento y abrir nuevas fuentes de productividad; por ejemplo, garantizar que las cargas impositivas no sean excesivas, que el gasto público sea eficiente, y que existan reglas claras y transparencia en el control estatal de bancos y entidades financieras. Otras medidas serían el aumento del financiamiento comercial para las importaciones y exportaciones para superar la contracción actual del crédito y resistir el proteccionismo.

Según Weathering the Storm, la capacidad de los países en desarrollo de poner en marcha políticas para proteger el crecimiento y reducir la pobreza dependerá de su situación macroeconómica y de su vulnerabilidad a los shocks.

· Alrededor del 40% de los países estudiados en el documento, que tenían déficits fiscal y en cuenta corriente relativamente pequeños en 2007, tendrán un margen más amplio para adoptar algunas políticas expansivas.

· En el extremo opuesto, cerca de un cuarto de las economías con déficits fiscal y en cuenta corriente significativos se verán obligadas a ajustarse en ambos frentes y podrían, además, estar en riesgo de sufrir tensiones en el sector financiero a causa del muy acelerado crecimiento del crédito bancario en los últimos años.

· Cerca de un cuarto de los países que tienen saldo fiscal relativamente prudente pero significativo déficit externo —debido al elevado nivel de endeudamiento del sector privado— podrían enfrentar reducciones del gasto privado, lo que dificultaría la adopción de políticas fiscales expansivas.

Leipziger declaró que: “Después de proteger a los más vulnerables, la siguiente prioridad es proteger el crecimiento a largo plazo y garantizar que se den las condiciones para la recuperación. Esto significa que serán cruciales la inversión en infraestructura y las políticas orientadas a promover la competitividad”.

Banco Mundial

Deja una respuesta