Tanto los países desarrollados como los que se encuentran en vías de desarrollo no han conseguido realizar la promesa de encontrar los recursos necesarios para conseguir erradicar el hambre en todas sus dimensiones, dice la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Esta constatación forma parte de un documento que se presentará en la XXVII sesión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) que se reúne en la sede central de la FAO en Roma del 28 de mayo al 1 de junio.
A pesar del fuerte consenso global sobre el objetivo principal del desarrollo que debe ser la eliminación de la pobreza y de que la falta de acceso a la alimentación adecuada es la demostración más clamorosa de la indigencia, no se han centrado bien las estrategias para su reducción en materia de seguridad alimentaria, dice la FAO. La preocupación por el hambre tiende a manifestarse ampliamente solo en casos de situaciones de emergencia que saltan a la vista; sin embargo el grueso de la población subnutrida del mundo se enfrenta con carencias alimentarias día por día a lo largo de su vida.
"El peligro más grande es que el debate sobre las estrategias de reducción de la pobreza continúe, retardando en cambio el compromiso de actuar, incluso en las situaciones donde sería más obvio, mientras más de 800 millones de personas, muchas de las cuales niños, se ven privados de la oportunidad de vivir una vida plena", dice la FAO. Existe también el peligro real de que incluso el éxito de la revolución agrícola del siglo XX y el grado de idoneidad general de las existencias alimentarias en el mundo favorezcan la difusión generalizada de la indiferencia ante la necesidad urgente de soluciones para el hambre crónica. Librarse del hambre es una condición previa para mitigar la pobreza y para un crecimiento económico con bases amplias, agrega la FAO.
Según la FAO, el potencial para conseguir el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de reducir a la mitad el número de personas afectadas por el hambre en el mundo no más tarde del año 2015 sigue siendo bueno. Pero hay que decir, que es necesario que la erradicación del hambre pase a ser un objetivo específico y prioritario tanto nacional como internacionalmente dentro de las estrategias para reducir la pobreza.
La Organización pide a la comunidad internacional que reconozca que toda la humanidad disfrute del derecho a la alimentación en el contexto de la legislación internacional sobre los derechos humanos. "Mientras las personas pasen hambre serán muy escasos los progresos para reducir a la mitad la pobreza mediante los procesos de crecimiento económico".
El empuje más decidido debe venir de las familias, comunidades y países donde la inseguridad alimentaria es más grande pero "sus esfuerzos deben ir acompañados del compromiso recíproco en materia de recursos por parte de la comunidad internacional, establecido mediante canales bilaterales y multilaterales, así como por las organizaciones de la sociedad civil, sobre bases no recuperables".
El CSA sentará las bases para la próxima Cumbre donde los jefes de Estado y de gobierno están invitados a reunirse para encontrar un modo de alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. A pesar de que 186 países hicieron suyo el objetivo, los datos recientes indican que el número de personas afectadas por el hambre disminuye solamente 8 millones cada año y no 20 millones, cifra necesaria para alcanzar esa meta.
El CSA, un foro para las políticas de los países miembros de la FAO y de las Naciones Unidas, prorrogará un día más su reunión anual para estudiar tres documentos preparados por la FAO para la Cumbre Mundial sobre Alimentación: cinco años después. Los documentos: Fomentar la voluntad política para luchar contra el hambre, Movilizar los recursos para luchar contra el hambre y Nuevos desafíos para el logro de los objetivos de la Cumbre Mundial sobre Alimentación, examinan los obstáculos principales para alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial sobre Alimentación y sugiere formas para superarlos.
El CSA analizará estudios de casos que demuestran que la acción con base comunitaria para mejorar la productividad agrícola sobre principios sostenibles puede llevar a aumentos de ingresos significativos y a reducir substancialmente o incluso a eliminar la inseguridad alimentaria. El CSA examinará también la situación de la seguridad alimentaria en el mundo y el impacto que VIH/SIDA tiene en el trabajo en las comunidades rurales
FAO