El Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicó ayer la declaración de dos nuevas microrreservas, que fueron aprobadas por el Consejo de Gobierno el pasado mes de diciembre, a propuesta de la Consejería de Medio Ambiente, la de los “Túneles de Ojailén”, en Ciudad Real, por ser uno de los más importantes refugios de murciélagos, y la “Turbera de Valdeyernos”, en Toledo, por cobijar a un gran número de especies de flora protegidas.
Las microrreservas son espacios naturales de pequeño tamaño que contienen hábitats raros, o conforman el hábitat de poblaciones de especies de fauna o flora amenazadas, resultando especialmente importante su protección estricta.
La microrreserva de los “Túneles de Ojailén” se encuentra ubicada en los términos municipales de Calzada de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de Calatrava y Villanueva de San Carlos. Se trata de túneles de ferrocarril, actualmente en desuso y situados en las cercanías del río Ojailén, que dan refugio a quirópteros.
Estos túneles albergan durante los meses de invierno a alrededor de 2.000 ejemplares pertenecientes a cuatro especies de quirópteros. En concreto, el murciélago de cueva, el mediterráneo de herradura, el grande de herradura y el mediano de herradura.
De entre todos ellos, destaca la colonia del murciélago mediterráneo y del murciélago grande de herradura, para los que estos túneles son la segunda localidad en importancia dentro de la comunidad autónoma durante los meses de invierno.
Turbera de Valdeyernos
Por su parte, la “Turbera de Valdeyernos” ocupa una superficie total de 9,93 hectáreas en el sistema orográfico de los Montes de Toledo, dentro de la vertiente meridional de la Sierra de Torneros, en el término municipal de Los Yébenes.
Se trata de un hábitat que se caracteriza por su alto contenido en agua y bajo de oxígeno donde la materia orgánica apenas se descompone y en el que encuentran cobijo un gran número de especies protegidas, dando sustento, de esta forma, a una importante diversidad ecológica.
En esta zona podemos encontrar matorral hidrófilo, árboles como los robles, quejigos, encinas, o madroños, y arbustos como los espinos y brezos, además de algunas especies de flora incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha.
Medio Ambiente consideró que ambos espacios naturales reunían las características señaladas por el artículo 43 de la Ley 9/1999 de mayo, de Conservación de la Naturaleza, para las Microrreservas, y decidió proponerlo así al Consejo de Gobierno, que acordó su declaración el pasado 16 de diciembre.
JCCM