La impresión es que esta cuestión está iniciándose, por lo cual se ha lanzado esta propuesta para generar el debate entre los distintos gobiernos.
1º Nadie habla de presupuesto, no se sabe si se recortará más o menos.
2º Parece que se quiere que la agricultura y ganadería se comprometa más con el medio ambiente, pero no se habla de cómo se compensarían los costes que ello supone, ni tampoco de la pérdida de competitividad frente a las importaciones de países terceros que no respetan esas normas.
3º Se habla muy poco de normas o medidas de intervención para garantizar mercados con precios estables y dignos para los productores.
4º Se habla mucho de desarrollo rural, pero se elude que éste es imposible sin los agricultores y ganaderos.
5º No se dice nada concreto sobre qué definirá al agricultor activo o profesional, y tampoco se conoce si se quitará a unos para dar a otros, o si se quitarán a todos, o qué. Damos por hecho que desaparecen los derechos de pago único tal como los conocemos en este momento, pero se concreta muy poco en el modelo o figura que se va a seguir para sustituirles.
6º Ahora se inicia el debate, y es fundamental la estrategia que sigan los gobiernos para garantizar un presupuesto firme para el sector agroganadero. Se habla de que dependerán del primer pilar no sólo el Pago Único, sino también las políticas agroambientales y las zonas desfavorecidas, sin concretar si se incrementará el presupuesto.
EN RESUMEN
– No podemos aclarar al agricultor si hasta ahora cobraba 15.000 euros y a partir del 2016 va a cobrar 12.000. Todo está en el aire. Lo que sí se ve es que la filosofía va por el tema del medio ambiente y el desarrollo rural, de cumplir nuevas funciones, pero por otro lado no habla de proteger el mercado interno ni la competitividad de nuestras explotaciones agrarias. Ahora se abre un debate que durará cerca de un semestre, con la idea de que a final de 2011 esté listo el texto que finalmente se aprobará.
Asaja-Palencia