La comisión temporal sobre la fiebre aftosa ha presentado al pleno de la Eurocámara el informe en el que se analiza cómo se luchó contra esta enfermedad en la UE durante 2001 y propone algunas recomendaciones para evitar y combatir las epizootias en la Unión Europea.
Vacunación
En el informe, el ponente, Wolfgang KREISSL-DÖRFLER (PSE, D), sugiere a la Comisión que revise sus planes de prevención y alerta. Los Estados deberían orientar sus sistemas de control hacia la detección temprana de focos de infección y los planes de alerta deberían contemplar la vacunación de emergencia como una de las primeras opciones entre las medidas de lucha al aparecer un brote, aunque los criterios para esta acción habrían de definirse con más precisión. El informe no proporciona un dictamen definitivo sobre la medida de sacrificio sistemático («stampingout») en un radio de las explotaciones infectadas. «No cabe permitir ni prohibir expresamente esta práctica a nivel europeo», señala el ponente.
Igualmente, constata que los expertos no fueron unánimes sobre la conveniencia de la vacunación para la extinción o eliminación de un brote, si bien hace notar que «gran número de expertos insistieron en que, frente al método de sacrificio sanitario o «stamping out», la vacunación de emergencia bajo determinadas condiciones es el mejor método de lucha contra la fiebre aftosa» Ambas alternativas deben estudiarse en función de la situación concreta, propugna el ponente. Y pide a la Comisión que encargue un estudio de costes-beneficios sobre ambas estrategias y tenga en cuenta el impacto, no sólo económico, en las zonas afectadas.
Por otro lado, aboga por que el periodo de espera para recuperar el estatus de «libre de fiebre aftosa», tras una política de vacunación sin sacrificio, se reduzca a 3 meses, para que sea igual que cuando se recurre al sacrificio. En la actualidad, el periodo de espera es de 6 meses (hasta mayo 2002, cuando se modificó el Código Zoosanitario de la OIE, era de 12 meses).
El eurodiputado considera que se deberían inspeccionar regularmente las explotaciones ganaderas y en caso de infracciones reiteradas debía ser posible prohibir al responsable la cría de animales.
Planes de alerta
La comisión parlamentaria subraya también que los planes de alerta deberían estar armonizados a escala comunitaria y diseñados para reaccionar ante brotes de gran magnitud. Se aboga por que todas las partes interesadas (autoridades públicas y locales, sector agrícola, organizaciones de protección de los animales y ciudadanos) colaboren en la preparación de planes de alerta, y que sus sistemas informáticos estén integrados para facilitar el intercambio de información en situaciones de crisis. También se aconseja la prohibición inmediata a escala nacional de todo transporte de animales sensibles cuando se sospeche un brote de una epizootia contagiosa.
Igualmente, y con vistas a la ampliación, la comisión temporal sobre la fiebre aftosa sugiere un reforzamiento de las nuevas fronteras exteriores en el ámbito de la prevención y la lucha contra las epizootias. También sugiere el almacenamiento de vacunas para ponerlas a disposición de los países limítrofes de la UE en caso de ser necesarias.
Control de las importaciones
El informe sugiere intensificar los controles en los aeropuertos para evitar la importación ilegal de carne o productos de origen animal en el equipaje de los pasajeros, usando perros entrenados para detectar estos productos. Igualmente, recomienda que la Comunidad anule la posibilidad actual de introducir pequeñas cantidades de carne para consumo propio en el equipaje personal de los viajeros, introduciendo sanciones pecuniarias fuertes para los infractores. También deberían introducirse controles más severos para plantas y productos vegetales. Además, deberían prohibirse las importaciones de carne y productos de origen animal procedentes de terceros países en los que la fiebre aftosa y otras enfermedades de los animales sean frecuentes.
Compensaciones
En este capítulo, el informe sugiere la revisión del «injusto sistema» que sólo prevé compensaciones para un grupo de afectados, concretamente los agricultores obligados a sacrificar su ganado, y no contempla ayudas para los que no han sacrificado ni para otros sectores, como el turismo, que también pueden verse perjudicados. La comisión parlamentaria propugna vincular las compensaciones a un sistema de seguros contratados.
Por último, el informe hace referencia a los equinos, portadores de enfermedades zoóticas aunque no sensibles al virus, y recomienda extremar las condiciones de higiene y limpieza durante su transporte.
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