Las plantas atacadas por plagas del suelo muestran una serie de síntomas diferentes. Cualquier signo de decoloración o deformación de las hojas puede ser muestra de que la planta está siendo atacada por una plaga de suelo. Si no existen signos exteriores como la aparición de áfidos, orugas o infecciones por hongo negrilla o verticillium, entonces podemos asumir que el problema proviene del suelo.
Algunas de las plagas del suelo se pueden ver a simple vista como las larvas de polilla o las orugas, por lo que es aconsejable cavar el suelo para comprobar si están presentes. Otros tipos de peste como la plaga de nematodos que afectan a diversos tipos de plantas, son microscópicas. Estas plaga reduce la vitalidad de la planta de forma drástica y se refleja por el amarillamiento de las hojas y la pérdida de vigor general.