Menos de dos meses después de presentar una propuesta para un plan de recuperación a largo plazo de algunas poblaciones de bacalao, la Comisión Europea ha propuesto un plan similar para contribuir a la reconstitución de la población de merluza del norte. Las capturas de merluza son tan elevadas en relación con el tamaño de la población disponible que ponen en peligro la capacidad de dicha población para reconstituirse. De ahí la necesidad de un plan de recuperación que comprenda una reducción de las capturas, la limitación del esfuerzo pesquero y unas normas específicas de aplicación. Estos planes de recuperación se integran en el nuevo planteamiento de la reforma de la política pesquera común (PPC) que deja atrás las medidas a corto plazo en favor de estrategias a largo plazo elaboradas para contribuir a restablecer y mantener las poblaciones de peces en niveles biológicos seguros. El plazo estimado para alcanzar los objetivos de recuperación de la merluza del norte oscila entre cinco y diez años. Próximamente la Comisión propondrá otros planes de recuperación para la merluza austral, algunas poblaciones de lenguados y las cigalas.
«Este segundo plan de recuperación confirma la aplicación del planteamiento a largo plazo de la nueva PPC. Al igual que en el caso del bacalao, el plan de recuperación de la merluza se preparó tras consultar con el sector y los científicos. Está hecho a la medida para favorecer la reconstitución de la población de merluza del norte amenazada y contribuirá al cumplimiento de nuestro objetivo de una pesca sostenible mediante un sector pesquero sostenible. Mientras tanto, los Estados miembros deberán emplear los millones de euros de ayuda comunitaria disponible para apoyar al sector en estos tiempos difíciles», ha afirmado Franz Fischler, Comisario de agricultura, desarrollo rural y pesca.
Objetivos del plan de recuperación de merluza del norte
El objetivo de este plan de recuperación es garantizar un incremento de las cantidades de individuos maduros de la población de merluza del norte que se halla actualmente en peligro de derrumbamiento hasta alcanzar un nivel de seguridad mínimo que se ajuste al criterio de precaución (anexo 1). Los científicos sitúan este nivel en 143.000 toneladas (anexo 2).
Para reducir la proporción de merluza capturada (mortalidad por pesca) hasta niveles seguros se adoptarán tres tipos principales de medidas: reducción de los totales admisibles de capturas (TAC), limitación del esfuerzo pesquero o de los días que los buques están ausentes del puerto y control de la observancia de éstas y otras medidas relativas al desembarque, transbordo y transporte de merluza.
La Comisión propondrá sustituir el plan de recuperación por un plan de gestión a largo plazo para la merluza del norte cuando, sobre la base de un dictamen científico del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) y tras consultar con el Comité Científico Técnico y Económico de la Pesca (CCTEP), se haya alcanzado el objetivo establecido durante dos años consecutivos.
La población de merluza del norte se encuentra en las siguientes zonas: el Kattegat, el Skagerrak, el Mar del Norte, el Canal de la Mancha, al Oeste de Escocia, alrededor de Irlanda y el Golfo de Vizcaya.
Determinación de los totales admisibles de capturas
La Comisión propone una norma a largo plazo para regular la determinación de los TAC y el esfuerzo pesquero correspondiente necesario para capturarlos. La norma consiste en lograr un incremento del 10 % en las cantidades de individuos maduros presentes en el mar desde el comienzo de un año hasta el final del mismo. No obstante, al igual que en el plan de recuperación de bacalao, hay condiciones adicionales incorporadas a las normas en forma de medidas preventivas, como restricciones para evitar grandes fluctuaciones en los TAC, el rebasamiento del objetivo de recuperación y la superación del índice de mortalidad por pesca de precaución, así como para hacer frente a la posibilidad de que la población alcance una dimensión más pequeña de lo previsto.
Por ejemplo, podrán aplicarse medidas que entrañen unas posibilidades de pesca extremadamente bajas si los dictámenes científicos demuestran que una población se encuentra por debajo de límites críticos (103.000 toneladas). Los TAC de otras especies y poblaciones asociadas se verán afectados inevitablemente por el plan de recuperación de la merluza del norte.
Limitación del esfuerzo pesquero
Las limitaciones del esfuerzo pesquero son fundamentales para los planes de recuperación, especialmente en las pesquerías mixtas. Sin limitaciones, las poblaciones objeto de un plan de recuperación, como la de merluza, seguirían siendo capturadas en pesquerías dirigidas a especies asociadas mucho después de que se alcanzaran las cuotas correspondientes a la merluza. Esta es una de las principales razones por las que los científicos aconsejan desde hace tiempo la imposición de límites al esfuerzo pesquero.
La Comisión propone utilizar el mismo régimen de limitación del esfuerzo pesquero que en el caso del bacalao. Las limitaciones se calcularán en kilovatios-día (la medida del esfuerzo pesquero se calcula multiplicando la potencia de motor de un buque por los días que éste transcurra fuera del puerto).
Se calculará el esfuerzo pesquero de todos los buques que capturen merluza del norte a lo largo del periodo de tres años de 2000 a 2002. A continuación se determinará el ajuste en esfuerzo pesquero necesario para capturar el TAC correspondiente. La reducción se distribuirá entre los Estados miembros y los kilovatios-día establecidos serán proporcionales a la incidencia que los buques de cada Estado miembro tengan en las poblaciones de merluza del norte.
Los Estados miembros distribuirán entre sus buques los kilovatios-días que les hayan sido asignados dentro de la zona geográfica en la que se apliquen. Los kilovatios-día serán completamente transferibles y utilizables dentro de la zona correspondiente en cualquier momento del año.
Algunas partes de la zona cubierta por el plan de recuperación de merluza coinciden con zonas correspondientes al plan de recuperación de bacalao.
Para simplificar las cosas y evitar redundancias, la Comisión ha propuesto que, en el caso de la merluza, el régimen de limitación del esfuerzo pesquero se aplique solamente a las zonas donde se encuentra la mayor parte de la población de merluza del norte: al oeste de Irlanda, el mar Céltico, el Golfo de Vizcaya y la parte occidental del Canal de la Mancha. En las demás zonas afectadas por el plan de recuperación de la merluza, las medidas adoptadas para proteger al bacalao proporcionarán protección suficiente para las pequeñas cantidades de merluza del norte que allí se encuentran.
Seguimiento, inspección y control
El plan de recuperación de la merluza del norte contempla también medidas específicas para potenciar el seguimiento, la inspección y el control de los buques en cuestión. En eso también se ven reflejadas las nuevas prioridades de la reforma de la PPC. Del mismo modo que en el plan de recuperación de bacalao, entre las medidas propuestas se incluyen requisitos específicos de notificación, la obligación de desembarcar capturas que rebasen una determinada cantidad en puertos designados al efecto y condiciones aplicables al pesaje y transporte de la merluza desembarcada.
En este plan de recuperación no hay propuestas de sistemas de localización de buques vía satélite (SLB) ya que este aspecto se recogerá en el nuevo reglamento que formará parte de la reforma de la PPC. La Comisión tampoco ha incluido medidas técnicas específicas en esta propuestas puesto que ya incluyó algunas en su propuesta de diciembre de 2002 para modificar y sustituir el reglamento existente sobre medidas técnicas.
Ayuda de la UE para paliar las consecuencias de los planes de recuperación
Los planes de recuperación sumadas a unas escasas capturas en varias pesquerías pueden producir una disminución de los ingresos de las flotas más afectadas. De ahí que la PPC haya previsto una ayuda adicional para las flotas que se encuentren en una situación difícil.
Se ha creado un «fondo de desguace» de 32 millones de euros para ayudar a los Estados miembros que necesiten cumplir los requisitos de reducción del esfuerzo pesquero exigidos en los planes de recuperación. Este fondo viene a añadirse a los fondos ya disponibles destinados al desmantelamiento de buques en virtud del Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca (IFOP) en el periodo comprendido entre 2000 y 2006. Podrán acogerse a las ayudas de este nuevo fondo los buques que tengan que reducir su esfuerzo pesquero un 25 % o más. Las primas por la retirada permanente de estos buques serán un 20 % mayores que las que pueden obtenerse ya al amparo del IFOP.
También pueden conseguir ayudas de la UE los armadores y las tripulaciones que tengan que paralizar temporalmente sus actividades. Cuando la paralización se deba a circunstancias imprevistas, las ayudas podrán prorrogarse durante un segundo año si la paralización temporal es consecuencia de la aplicación de un plan de recuperación o de gestión plurianual, o se debe a medidas de urgencia decididas por la Comisión.
Hasta ahora, los Estados miembros han reservado para medidas socioeconómicas (anexos 3 – 4) sólo el 3 % de un total de 3.700 millones de euros disponibles al amparo del IFOP (2000-2006). La Comisión ha animado a los Estados miembros para que revisen sus correspondientes programaciones del IFOP con el fin de aumentar este porcentaje y aprovechar otros Fondos Estructurales de la UE.
Por otro lado, las medidas del IFOP disponibles para respaldar el reciclaje de los pescadores a fin de ayudarles a emprender nuevas actividades económicas ajenas al sector de las capturas se han ampliado con el fin de respaldar la diversificación de actividades que permitan a los pescadores seguir pescando a tiempo parcial.
Antecedentes
En 2000, dictámenes científicos independientes indicaron que sobre algunas de las más importantes poblaciones de peces con valor comercial se cierne un grave peligro de derrumbamiento. El Consejo adoptó reducciones sustanciales de los TAC de las poblaciones con más riesgo y acordó que la Comisión propondría planes plurianuales de recuperación a principios del año siguiente. En junio de 2001 la Comisión aprobó medidas urgentes para contribuir a la recuperación de la merluza del norte. Entre ellas se incluyen medidas como el aumento de las dimensiones de malla, la limitación de las capturas accesorias, la creación de zonas protegidas para los juveniles de merluza, el aumento de la selectividad de los artes de arrastre y la presencia de observadores en los buques pesqueros. En diciembre de 2002, presentó una propuesta de un plan de recuperación a largo plazo para bacalao y merluza del norte. No obstante, el Consejo no adoptó esa propuesta. Por esa razón, la Comisión insiste ahora en la necesidad urgente de aplicar los planes de recuperación de bacalao y merluza modificados.
CE