Salvador Ibiza, de Gesnoga Consulting, publica un artículo en Infopost de septiembre 2011 en que analiza esta alteración y cómo reducirla. Los estudios se realizan evaluando la presión a la cual las glándulas de aceite liberan su contenido (RORP, Rind Oil Release Pressure).
Las conclusiones indican que el l valor de la Resistencia va asociado a la máxima presión de rotura que la corteza puede soportar y que produce daño en la misma, en el momento del corte. En el caso que en el momento del corte maltratemos la fruta, el daño será mayor, esto se asocia a recolecciones poco cuidadosas. El valor de RORP iría asociada a la resistencia que ofrece la corteza en el momento del corte para desencadenar la primera rotura de la glándula de aceite, siempre asociado a recolecciones efectuadas a primeras horas de la mañana, con rocíos y nieblas.
Los daños son tanto por rotura de las glándulas como por el derramamiento del aceite.
La fitotoxicidad es más visible si el fruto se desverdiza; ya que la zona afectada no cambia de color. A medida que la fruta tiene más color, el daño aparente disminuye.
FOMESA