El Parlamento, por 271 votos a favor, 108 en contra y 48 abstenciones, ha exigido cambios sustanciales a la propuesta de la Comisión Europea de reforma (Mid-Term Review) de la Política Agraria Común (PAC). Las enmiendas del Parlamento no son vinculantes. En líneas generales, la Cámara ha seguido las propuestas del ponente, Arlindo CUNHA (PPE/DE, P). En particular, el Parlamento difiere de la Comisión en sus propuestas de desvinculación, modulación y regresividad. En concreto, el Parlamento solicita que se mantengan las ayudas a la producción para la mayoría de los sectores y que la desvinculación se limite a los cultivos herbáceos y a los bovinos, de forma, además, parcial. Exige asimismo una menor reducción de las ayudas, que se tenga en cuenta la situación de las regiones desfavorecidas y que un mayor número de pequeñas explotaciones no se vea afectada por la reducción de ayudas. Los fondos ahorrados gracias a dichas recortes deberían reinvertirse íntegramente en medidas de desarrollo rural, especifica la Cámara.
Por una desvinculación parcial
La Comisión Europea había propuesto una desvinculación global de las ayudas (total decoupling), a partir de enero de 2004, en la mayoría de los sectores agrícolas. Es decir, pretende transformar las ayudas a la producción en ayudas directas, condicionándolas en parte al desarrollo rural y a una agricultura respetuosa con el medio ambiente. Además, las ayudas se calcularían según la productividad histórica por hectárea o por número de cabezas de ganado- (como periodo histórico de referencia propone 2000-2002). El Parlamento, sin embargo, aboga por una desvinculación ”parcial y progresiva”, que afectaría a sólo dos sectores: cultivos herbáceos (menos el trigo duro) y primas a los bovinos machos.
A diferencia de la propuesta de la Comisión, el Parlamento desea mantener el vínculo con la producción para las ayudas al arroz, las semillas, los forrajes, el trigo duro, la fécula de patata, los productos lácteos, las primas al ovino y al caprino, así como en las regiones ultraperiféricas. La desvinculación parcial se articularía con pagos directos ”multifuncionales a la explotación”, para que la nueva política agraria promueva las múltiples facetas de la actividad agrícola (desarrollo rural y protección del medio ambiente).
Recortes menores en las ayudas directas
Las enmiendas adoptadas sugieren también modificar en gran medida las propuestas de modulación y regresividad. La Comisión Europea pretende reducir todos los pagos a los agricultores de forma gradual, empezando con un recorte anual del 1% en 2006, que se incrementaría progresivamente (regresividad) para que en el año 2012 las ayudas supongan un 19% menos que las del periodo de referencia (artículo 10). El Parlamento acepta la reducción de los pagos agrícolas por razones presupuestarias, pero rechaza el sistema de regresividad y propone en su lugar una reducción inferior y más sencilla, basada en criterios territoriales: un 6% de reducción en las zonas calificadas como desfavorecidas y un 8% en el resto.
Por otro lado, la Comisión propone que parte de los recursos ahorrados por esta reducción financien actividades de apoyo al medio ambiente y de desarrollo rural (vía Feoga Garantía). Su distribución se hará según los criterios de superficie agraria, empleo y PIB, lo que en principio beneficia a los países del sur. El Parlamento hace figurar explícitamente que estas acciones de desarrollo rural exigen la cofinanciación nacional, pero propugna que ciertas acciones (ayuda a jóvenes agricultores, medidas de protección medioambiental e indemnizaciones compensatorias a las zonas desfavorecidas con limitaciones ambientales) queden exentas de la obligación de cofinanciación.
Pequeños agricultores
Al mismo tiempo, los pequeños agricultores recibirían un pago suplementario para aliviar el impacto negativo de dichos recortes, según la propuesta de la Comisión Europea. Los productores beneficiarios de menos de 5.000 euros al año en ayudas serían compensados totalmente, para que la reducción no les afecte. El Parlamento Europeo solicita, en cambio, que no se les reduzcan las ayudas en absoluto a los beneficiarios de menos de 7.500€ al año.
Zonas desfavorecidas y ultraperiféricas
Con sus propuestas, el Parlamento hace hincapié en la prioridad del desarrollo rural y la protección de zonas desfavorecidas, por encima de otras medidas de mercado. Se teme que una disminución de las ayudas y su disociación de la producción promovería el abandono de las tierras y la desertización de las zonas más pobres. Por ello, excluye de la desvinculación y la modulación a las zonas ultraperiféricas, entre ellas Canarias.
Además, aboga por que se permitan ”medidas específicas” de los Estados para prevenir un posible abandono masivo de tierras en las zonas más desfavorecidas (enmienda 82, art. 58). Para la atribución de ayudas, sugiere que a partir de 2007 los pagos tengan en cuenta el empleo agrícola.
España, junto con otros países agrícolas, se ha manifestado siempre en contra de la reforma de la PAC redactada por la Comisión por el temor, compartido por el Parlamento, de que una reducción de las ayudas directas y una desvinculación total respecto a la producción empujaría al abandono de la actividad agrícola en las zonas más desfavorecidas.
La Cámara solicita más ayudas para los frutos secos
El Parlamento, en una de sus enmiendas al informe de reforma de la PAC (Cunha) exige unas ayudas superiores para los frutos de cáscara. En concreto, solicita una ayuda comunitaria de 241,5 euros por hectárea y por año en lugar de los 100 euros propuestos por la Comisión.
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