La Comisión Europea ha presentado un Plan de acción para atajar las principales causas de los descartes de especies no buscadas. El descarte se produce en muchas pesquerías, y especiamente en las pesquerías mixtas. Como ha afirmado el Sr. Fischler, Comisario de agricultura, desarrollo rural y pesca, "Esta práctica resulta todavía más difícil de justificar habiendo en la actualidad tantas poblaciones en peligro de agotamiento. La crítica situación del bacalao ilustra a las claras la necesidad de abordar este problema y proteger a los juveniles, lo que requiere la adopción de medidas en varios frentes. Proponemos medidas para evitar las capturas de especies no buscadas y eliminar los incentivos a la realización de descartes. Si dejamos más peces en el mar, todos saldremos ganando: los recursos pesqueros, la industria pesquera, el medio ambiente marino y la sociedad. Esto es precisamente lo que pretende este Plan de acción y lo que pretende la reforma de la política pesquera común (PPC)". En colaboración con los pescadores y los Estados miembros, la Comisión desea proponer una serie de medidas de diverso tipo, como la reducción del esfuerzo pesquero, la utilización de redes más selectivas para evitar la captura de juveniles o las vedas en tiempo real en aquellos lugares donde se registran importantes concentraciones de juveniles. Este Plan de acción se presentará en la reunión del Consejo de Ministros de Pesca del 27 de noviembre. Forma parte de una serie de propuestas y planes de acción sobre la reforma de la política pesquera común que ha presentado la Comisión; el primer paquete de medidas se dio a conocer el pasado mes de mayo.
Medidas propuestas
Las poblaciones fuertemente explotadas están formadas predominantemente por juveniles, razón por la cual las capturas se componen principalmente de peces de pequeño tamaño. Por consiguiente, es fundamental reducir el esfuerzo pesquero que se ejerce sobre esas poblaciones y aplicar medidas técnicas adecuadas para que los peces puedan permanecer en el mar, desarrollarse y reconstituir las poblaciones.
Reducción del esfuerzo pesquero
La Comisión ya ha propuesto medidas en las que las limitaciones del esfuerzo pesquero constituyen un elemento clave de la gestión de la actividad pesquera: en primer lugar, dentro del plan de recuperación para el bacalao y la merluza presentado hace un año, y, en segundo, como parte de los planes de gestión plurianual en sus propuestas sobre la reforma de la política pesquera común que se hicieron públicas el pasado mes de mayo.
Medidas técnicas
Con objeto de evitar las capturas de juveniles, que componen la mayor parte de los descartes, se proponen medidas en los siguientes ámbitos:
estructura de las redes: se presenta un conjunto de medidas que, en muchos casos, suponen la continuación de medidas ya existentes con las que se ha conseguido incrementar la selectividad; para alcanzar este objetivo, la Comisión propone que se intensifique la investigación, así como las consultas con la industria, los expertos científicos y las autoridades nacionales;
tamaños mínimos de desembarque (TMD): la Comisión estudiará la posibilidad de proponer una serie de cambios en los TMD cuando presente medidas de incremento de la selectividad de los artes de pesca, a fin de garantizar la concordancia entre ambos; en caso contrario, cuando se capturan peces de tamaño inferior al reglamentario es necesario descartarlos;
composición de las capturas en relación con determinados tamaños de malla: se revisarán las normas sobre composición de las capturas que dan lugar al descarte obligatorio;
zonas de veda y vedas en tiempo real: la Comisión evaluará las excepciones aplicables al acceso a las actuales zonas de veda y estudiará la posibilidad de crear o ampliar esas zonas; además, se insta al Consejo a adoptar una decisión sobre su propuesta acerca del plan de recuperación del bacalao y la merluza, que incluye disposiciones sobre vedas en tiempo real cuando se producen concentraciones sustanciales de juveniles.
Instauración de la prohibición de realizar descartes
La Comisión mantendrá consultas con los Estados miembros y el sector y procederá a evaluar todos los aspectos de la prohibición de los descartes, que podría proponerse en 2005 para su entrada en vigor en 2006. También mantendrá contactos al respecto petardo entró u con Noruega, país donde tal prohibición está en vigor desde hace algunos años. La Comisión, que es plenamente consciente de las ventajas e inconvenientes de una prohibición de este tipo, tiene previsto poner en marcha proyectos piloto en los que se llevarán a puerto todos los descartes potenciales.
Alejamiento de caladeros
La Comisión solicitará a la industria pesquera que en el Código de Conducta que está elaborando en la actualidad se incluya el compromiso de los pescadores de alejarse de caladeros donde se capturen grandes cantidades de peces pequeños.
Valorización de especies poco apreciadas
La Comisión tiene previsto investigar las posibilidades de utilización del pescado descartado para el consumo humano directo e indirecto, así como las consecuencias que ello puede tener para la conservación de las especies afectadas.
Otras medidas
En colaboración con los Estados miembros, la Comisión estudiará la posibilidad de reducir los descartes relacionados con el agotamiento de las cuotas, a través de medidas como el establecimiento de cuotas de capturas accesorias o de TAC multiespecíficos. Está previsto, asimismo, llevar a cabo proyectos piloto con incentivos financieros para los pescadores que realicen viajes de pesca con observadores a bordo para estudiar la selectividad de los artes de pesca y la composición y volumen de los descartes potenciales. La Comisión también intensificará el control de los niveles de descartes y lo extenderá a pesquerías donde aún no se realiza.
Antecedentes
Aunque el volumen que alcanzan los descartes varía de una pesquería a otra, las extrapolaciones efectuadas parecen indicar que es considerable. Los descartes se producen por razones de carácter legal y económico. Entre las primeras figura la necesidad de descartar los peces de tamaño inferior al reglamentario o las capturas que superan las cuotas establecidas si se desea respetar la normativa existente, mientras que las segundas incluyen los descartes de especies cuyo valor comercial es escaso o nulo.
Los descartes tienen consecuencias negativas tanto a efectos de la conservación como en el plano económico y científico. En la mayoría de casos, los peces descartados ya están muertos o moribundos. Los descartes de peces inmaduros suponen una merma de las posibilidades de crecimiento y reducen el rendimiento potencial de una pesquería. A largo plazo, si las poblaciones no logran reconstituirse, se corre el riesgo de una pérdida permanente de ingresos. Los descartes también significan que los científicos desconocen la existencia de una gran proporción de las capturas que se realizan, y, en consecuencia, resulta más difícil efectuar evaluaciones científicas de la mortalidad por pesca y las predicciones sobre capturas futuras son más imprecisas.
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