En concreto, según las últimas
previsiones del Gobierno británico, la renta agraria habría aumentado un 34% este año.
El total de la renta agraria en el Reino Unido hasta la fecha ha sido de 4.681 millones de euros
comparados con los 3.594 millones del último año.
La renta media por agricultor a tiempo completo se elevó desde 16.950 euros en
2002, a 22.898 euros en 2003. Este incremento es consecuencia de la
consolidación del sector y de la reducción en el número de agricultores, así como
del gran esfuerzo que éstos han realizado para mejorar la gestión de sus negocios
y su habilidad para adaptarse a nuevas condiciones y formas de trabajo.
La tendencia a largo plazo de la renta global agraria en el Reino Unido ha sido
descendente, aunque se elevó y cayó drásticamente en los 90 a causa de la fuerza
de la libra frente al euro, los precios mundiales de mercado y el impacto de la
EEB. En 2003, como consecuencia de la recuperación del euro, que ha producido
un aumento de los precios de mercado y de los pagos directos recibidos como
ayudas, se ha producido un aumento del total de la renta de la agricultura británica,
situándose cerca de los niveles de los ochenta, en concreto, un 77% por encima de
la cifra constatada en 2000 y un 50% por debajo del incremento de 1995.
El sector de los cereales ha contribuido significativamente a este incremento del
total de la renta agraria. Las condiciones climatológicas, relacionadas con las pobres
cosechas de la Europa continental, han incrementado la demanda por la buena
cualidad del trigo británico y los altos precios. Esto mismo es lo que ha sucedido
1 La metodología contable empleada por los organismos británicos no coincide
con la usada por EUROSTAT, por lo que los conceptos estadísticos agrarios no
son comparables con las oleaginosas.
Por su parte, el sector de la horticultura experimentó un pequeño incremento en el
valor de producción, derivado también de los altos precios, aunque en el caso de
las patatas de siembra los menores rendimientos y superficies han anulado el efecto
de los mayores precios. Los precios también
han afectado al sector ganadero y a sus productos.
En los datos que ofrece el DEFRA sobre la renta agraria neta por tipo de
explotación, destaca el incremento de un 200% experimentado en la renta de las
explotaciones de cereales, seguidas de las explotaciones mixtas con un aumento
de casi el 150% y, después, por las explotaciones de porcino y aves con un 120%,
al igual que en las explotaciones de ganado vacuno y ovino. Por su parte, las que
han experimentado un descenso significativo son las explotaciones de leche, con
una bajada de hasta un 40% en la renta en este mismo período 2002/2003.
Por lo que se refiere a la renta bruta, los incrementos y descensos no han sido tan
significativos como en el caso de la renta neta. No obstante, en 2002/03, los altos
precios del mercado para ovino y vacuno y el incremento en las ayudas, tuvieron
como consecuencia una elevación de las rentas en las explotaciones de vacuno y
ovino de las tierras bajas y de las zonas desfavorecidas. Las explotaciones de
cereales se han beneficiado del aumento de la superficie destinada a su cultivo.
Sin embargo, respecto a las explotaciones destinadas a cultivos en general, se
puede decir que la alta producción en cereales se compensó con los bajos
precios de la patata, por lo que la renta global no experimentó grandes cambios.
Las explotaciones de porcino y aves, se han beneficiado de los altos precios de la
carne de cerdo y los huevos y los reducidos costes de alimentación a causa de
los bajos precios de los cereales. La caída de las rentas en las explotaciones de
leche es reflejo principalmente de la caída de los precios de la leche entre 2001/02
y 2002/03.
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