Los productos afectados incluyen tanto piezas como pollos enteros, que se venden bajo las marcas de Moy Park, Tesco, Waitrose y Morrisons. Más de 23 toneladas de estos productos ya han sido distribuidas por todo el Reino Unido. Todos han superado la fecha de caducidad, por lo que ya no están en venta en los supermercados. No obstante, la FSA recomienda a aquellos consumidores que hubieran comprado estos productos y los hubieran congelado, que los tiren o que se dirijan a los establecimientos en donde los adquirieron.
Según la FSA, el riesgo sanitario de consumir un animal afectado o productos del mismo es mínimo, ya que es necesaria una exposición a largo plazo a este medicamento para que pueda resultar cancerígeno.
La presencia del nitrofurano ha sido detectada en análisis rutinarios realizados por el Departamento de Agricultura de Irlanda del Norte, como parte del programa del Reino Unido de vigilancia de medicamentos veterinarios.
La FSA señala que se están adoptando las medidas necesarias al respecto.
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