Reintroducción de buitres negros en los Montes de Toledo

El consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Alejandro Alonso, procedió el viernes a la liberación de tres ejemplares de buitre negro para su reintroducción en los Montes de Toledo, después de haber pasado varios meses en el Centro de Estudios de Aves Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara para ser tratados de enfermedades y heridas.

Dos de estos ejemplares ingresaron en el CERI el pasado mes de agosto procedentes, uno de Cuenca y otro del Parque Nacional de Cabañeros (Ciudad Real). El primero de los buitres presentaba un cuadro típico de desnutrición, mientras que el segundo presentaba quemaduras por electrocución en las patas y el antebrazo del ala derecha.

El tercer buitre negro liberado hoy, que también procedía del Parque Nacional de Cabañeros, ingresó en el CERI el pasado mes de septiembre, con evidentes síntomas de padecer una neumonía.

Tras su llegada al CERI de Sevilleja se procedió a la cura de las heridas y al tratamiento de las enfermedades que padecían. Una vez dada el alta veterinaria, se inició el proceso de rehabilitación para poder reintroducirlos en su hábitat natural con garantías de éxito.

Los tres ejemplares que afortunadamente han podido ser liberados hoy en los Montes de Toledo son un claro exponente de la problemática que afecta en estos momentos a las aves rapaces de nuestra Comunidad Autónoma.

La electrocución es un peligro que sigue constituyendo la segunda causa de ingreso de rapaces en el CERI y la primera en el caso de la grandes rapaces, como es el buitre negro. Por ello, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente continúa sus actuaciones en esta materia, completando el programa de corrección de tendidos eléctricos existentes.

Un segundo caso que incide en las poblaciones de aves carroñeras es la disponibilidad de alimento. La Consejería está haciendo hincapié en la mejora de las disponibilidades alimentarias de la especie en las zonas de nidificación y alimentación de las colonias reproductoras.

El tercer ejemplar es representativo de otra de los riesgos que inciden en las poblaciones de aves silvestres: las enfermedades. Los animales enfermos en la naturaleza se debilitan con rapidez ya que no pueden realizar una vida normal y no consiguen alimento.

Para combatir este tipo de enfermedades bacterianas, el CERI de Sevilleja de la Jara lleva nueve años estudiando las principales enfermedades víricas, bacterianas y fúngicas que pueden amenazar a las especies en peligro de extinción. En la actualidad se elaboran vacunas y se realizan investigaciones en colaboración con instituciones de Estados Unidos y Alemania para poder prevenir y curar de una forma más eficaz estas enfermedades.

Evolución positiva de las poblaciones de buitre negro en Castilla-La Mancha

En los últimos cuatro años, la población de buitre negro en nuestra Comunidad Autónoma, con 215 parejas reproductoras el pasado año, se ha estabilizado e, incluso, ha aumentado el número de parejas nidificantes en algunas zonas de la provincia de Ciudad Real.

La evolución de las poblaciones de buitre negro en Castilla-La Mancha está siendo positiva, ya que los censos se están manteniendo estables, con una ligera tendencia al crecimiento. Así, se ha pasado de las 212 parejas reproductoras censadas en año 1997 a las 215 del año 2000.

Dentro de esta evolución positiva, hay que destacar la aparición en el año 1999 de una pareja nidificante en la provincia de Toledo, la única hasta la fecha.

Las 215 parejas reproductoras de buitre negro censadas en Castilla-La Mancha se distribuyen del siguiente modo: 37 parejas en la Sierra de Canalizos, 66 parejas en la Umbría de Alcudia, 111 parejas en el Parque Nacional de Cabañeros y su entorno, y 1 pareja en la provincia de Toledo.

El hecho de que las poblaciones de buitre negro en nuestra región se mantengan estables o, incluso, crezcan es muy positiva y se debe fundamentalmente a las actuaciones de vigilancia y control que se están llevando a cabo para erradicar el uso de los venenos.

En este sentido, hay que señalar que los datos de mortalidad por intoxicación por veneno en buitre negro registrados en la última década en Castilla-La Mancha ascienden a 75 casos, de los que 51 se produjeron en el período 1990-1995 y los 24 restantes, en el período 1995-2000.

Plan de Conservación del Buitre Negro en Castilla-La Mancha

La Ley de Conservación de la Naturaleza, aprobada por las Cortes de Castilla-La Mancha en mayo de 1999, establece la necesidad de redactar planes de conservación para las especies catalogadas como vulnerables, en los que se definan las medidas necesarias para eliminar o aminorar los factores que pongan en peligro su supervivencia. Así, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha finalizado la redacción del correspondiente Plan de Conservación del Buitre Negro en nuestra región y va a iniciar su información pública, que se centrará en los términos municipales donde hay presencia de estos ejemplares.

Una vez finalizado todo el proceso (estudio de las alegaciones, información del Consejo Asesor de Medio Ambiente, etc.), este Plan se llevará al Consejo de Gobierno para su aprobación.

El Plan de Conservación del Buitre Negro establece una serie de actuaciones de conservación y manejo de la especie, entre las que destacan, la evaluación ambiental de planes, proyectos y actividades sobre las áreas críticas que puedan suponer la alteración o transformación negativa del hábitat del buitre negro e incluir la consideración de los requerimientos ecológicos del buitre negro en los instrumentos de planificación de montes y planes de ordenación de los recursos naturales.

Asimismo, se mejorarán las disponibilidades alimentarias de la especie en las zonas de nidificación y alimentación de las colonias reproductoras y se promoverán medidas para incentivar la realización de actuaciones de gestión del hábitat en fincas particulares que cuenten con colonias reproductoras.

Otras medidas van encaminadas a eliminar la mortalidad no natural de estos animales: seguir completando el programa de corrección de tendidos eléctricos existentes; vigilancia en las zonas de nidificación y alimentación en las que existan sospechas del uso de cebos envenenados, así como la aplicación de las sanciones previstas en la legislación autonómica y nacional en los casos en que se constaten los hechos; colaboración con otros organismos y entidades que también trabajan en la erradicación de los venenos (SEPRONA, asociaciones conservacionistas, etc..); y la realización de campañas de sensibilización y divulgación dirigidas especialmente a los cazadores, guardas, gestores y titulares de cotos privados de caza.

Por último, el Plan contempla también una serie de medidas encaminadas a la mejora de las condiciones reproductivas de los buitres negros, como restricciones temporales de actividades que puedan ser molestas durante el período de cría o compatibilizar la actividad cinegética con la conservación de la especie.

JCCM

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