Desde octubre de 2007 hasta abril de 2008, bajo la dirección científica del Instituto Español de Oceanografía, el buque oceanográfico de la Secretaría General del Mar, «Miguel Oliver», ha realizado cuatro campañas de geología y una de pesca en el área internacional del Atlántico Suroocidental hasta los 1.500 metros de profundidad, con una inversión estimada de 2 millones de euros. Entre los meses de octubre 2008 y abril de 2009 continuarán estas campañas que, con el objetivo de cubrir toda la zona, contarán con un esfuerzo presupuestario similar.
España se ha convertido, así, en pionera en la investigación sobre la presencia de ecosistemas marinos vulnerable, reforzando, al mismo tiempo, su compromiso con Naciones Unidas como país que promueve una pesca sostenible y responsable.
Hay que recordar que la Secretaría General del Mar, anticipándose incluso a la Resolución de 2006 de la Asamblea General de Naciones Unidas, que manifestaba su preocupación por el impacto de las pesquerías sobre ecosistemas marinos singulares, inició en 2005, junto al IEO, una serie de proyectos encaminados a explorar y cartografiar los fondos marinos donde trabaja la flota de altura española, con objeto de localizar la presencia de posibles ecosistemas marinos vulnerables y, en consecuencia, proponer las medidas necesarias para su protección.
La primera serie de estas campañas se llevó a cabo durante 2005,2006 y 2007, a bordo del buque de la Secretaría General del Mar » Vizconde de Eza» en la zona denominadada «Hatton Bank», un caladero habitual para los buques españoles de arrastre de gran altura, situado en aguas internacionales del Atlántico al Noroeste de Escocia.
Los resultados de esta investigación fueron presentados al Consejo Internacional para la Exploración del Mar. Este órgano científico consideró que España está aplicando la mejor metodología disponible para identificar la distribución de los ecosistemas marinos vulnerables.
En este sentido, los datos han servido para delimitar las zonas con presencia de arrecifes de Lophelia pertusa y los campos de esponjas existentes en la zona y proponer a la Comisión el establecimiento de un polígono de protección donde no se permitan las faenas de pesca con artes de fondo con la finalidad de asegurar una protección de los ecosistemas marinos vulnerables con la actividad pesquera española en la misma.
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